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El viraje de Milei sobre el papa Francisco: de “maligno” y "comunista" a “argentino más importante de la historia”

El viraje de Milei sobre el papa Francisco: de “maligno” y

El Papa simbolizó todo lo que el gobierno ultraderechista rechaza: justicia social, centralidad del Estado, cuidado de la naturaleza, pero el presidente argentino pasó de insultarlo en campaña a visitarlo en el Vaticano

Francisco, el Papa “llegado del fin del mundo” que abogó por una reforma integral de la Iglesia

El papa Francisco, con su visión de justicia social, simbolizó un paradigma en las antípodas de la ultraderecha argentina. El jesuita Jorge Mario Bergoglio debió soportar la feroz crítica de Javier Milei, quien cuando era candidato lo llamó “representante del maligno en la tierra” para luego, ya ocupando el sillón presidencial, dar un giro y definirlo como “el argentino más importante de la historia”.

 

“Se nos fue el Papa de los pobres”, dijo al oficiar una misa en su memoria el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, en la Catedral Metropolitana. El prelado había encabezado el tradicional lavado de pies del Jueves Santo, como hacía Francisco, que este año se dedicó a los jubilados. Era una señal directa a Milei, por iniciativa de curas y sacerdotes de barrios populares que reclaman una pensión digna para los mayores del país. 

El pontífice estuvo muy pendiente de la preocupante situación de los jubilados, que marchan cada miércoles en protesta, y que solo reciben garrotes por parte del Gobierno ultra. En septiembre de 2024, en el marco de un simposio con movimientos sociales de diversas partes del mundo, Francisco se había referido a la represión de la protesta social en Argentina. “El Gobierno se puso firme y en vez de pagar la justicia social, pagó el gas pimienta”, criticó.

Milei se expresó a través de su cuenta de X tras el fallecimiento del papa argentino, con quien mantuvo una tensa relación desde que asumió el cargo, en diciembre de 2023. “A pesar de diferencias que hoy resultan menores, haber podido conocerlo en su bondad y sabiduría fue un verdadero honor para mí”, escribió el presidente. Su gobierno decretó siete días de duelo y anticipó que el gobernante estará presente en Roma en los funerales. 

Desde que el papa fue internado y su salud se deterioró, ni Milei ni su Gobierno habían enviado mensaje alguno en pos de su recuperación, lo que daba muestra de su enfrentamiento. Este se remonta a la campaña electoral, cuando el líder de La Libertad Avanza tildó a Bergoglio de “comunista” y dijo que “el Papa es el representante del maligno en la Tierra, ocupando el trono de la casa de Dios”.

Sin embargo, Milei visitó al Papa en el Vaticano el 12 de febrero del año pasado. En ese momento reconsideró su opinión sobre Francisco, que pasó de ser el “hijo de puta que predica el comunismo” a “la persona más importante de toda Argentina”. Impávido, Milei dijo entonces en un programa de la cadena Rettequatro, “yo soy católico, pero practico algo de la religión judía”.

Del lado papal, la audiencia con Milei fue una forma de encauzar la relación y poner el foco en la situación social de Argentina. También hubo una invitación formal a Francisco a viajar a su país natal.

“Justicia social como derecho”

Washington Uranga, experto vaticanista, señala a elDiario.es que lo que el papa ha puesto en el centro de su mensaje va en sentido contrario de lo que pregona Milei. “Francisco ha reivindicado la justicia social como derecho, recogiendo lo que es la doctrina social de la Iglesia, y Milei dice que la justicia social es una manera de robarles a los ricos para darle a los pobres. Todo lo que tiene que ver con el cuidado de la casa común, que significa no solo el cuidado del medio ambiente, también la naturaleza al servicio de la humanidad. El papa sigue reivindicando el papel central del Estado en la construcción de lo público y Milei lo rechaza. Si uno compara Laudato si o Evangelii Nuntiandi, dos documentos muy importantes para Francisco, son contradictorios con todos los postulados del actual gobierno argentino”. 

Además del tuit de Milei, la Casa Rosada se expresó en un comunicado de la Oficina del Presidente, en el que se afirma que Francisco “condujo con entrega y amor a la Iglesia desde el Vaticano”. El texto elige resaltar “la incansable lucha del papado de Francisco para proteger la vida desde la concepción, promover el diálogo interreligioso y acercar la vida espiritual y virtuosa a los más jóvenes”. 

“A Francisco le tocó un papado en un complejo escenario internacional, con una derecha muy rancia”, dijo Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, a Radio10. El gobernador contó que cuando él lo visitó en junio de 2024, Francisco interrumpió la conversación para atender por teléfono al cura argentino Gabriel Romanelli, quien estaba en Gaza y hablaba con él a diario. “Un Papa que estaba a favor de la paz y la justicia social, muy a contramano de las corrientes de pensamiento actuales”, agregó. 

Francisco también recibió a la vicepresidenta Victoria Villarruel el pasado septiembre. La política es conocida por su discurso negacionista, su defensa de los represores condenados y la afirmación de que “no hubo 30.000 desaparecidos” en la dictadura argentina.

La actuación de Bergoglio durante la dictadura generó controversia. En ese momento era la autoridad provincial de los jesuitas en el país y hubo quienes lo acusaron de no haber ayudado a los sacerdotes Orlando Yorio y Francisco Jalics cuando fueron secuestrados por los militares. Ambos estuvieron cinco meses detenidos en la Escuela de Mecánica de la Armada, centro de tortura de la dictadura y luego fueron liberados. Los defensores de Francisco aseguran que él escondió y ayudó a exiliarse a varios perseguidos por el régimen. “Bergoglio trató de ayudar en lo posible”, aseguró Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz.

Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, la asociación que batalla por la restitución de los bebés robados por la dictadura, dijo tras el fallecimiento del papa que consideraba a Francisco “como a un hermano”. La referente de los derechos humanos lamentó que Bergoglio no regresara a Argentina. “Llegaba el momento que tenía que venir, pero también priorizó el otro mundo, aquel donde la gente se mata, mueren niños, se bombardean. Él sufría esas guerras inútiles y sabía muy bien a quién tenía que decir sus palabras”, señaló.

Aunque siempre se mostró formalmente dispuesto a ir, Francisco no visitó su tierra natal durante todo su pontificado, a pesar de que algunas de sus visitas apostólicas lo llevaron hasta países limítrofes: Brasil (2013); Paraguay y Bolivia (2015), y Chile (2018).

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