La extensión de las llamadas zonas de seguridad que ocupa Israel a lo largo de la frontera y las nuevas órdenes de evacuación declaradas desde que Netanyahu rompió el alto el fuego con Hamás suponen el 70% del territorio total de Gaza
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Desde que Benjamin Netanyahu puso fin al alto el fuego en Gaza el pasado 18 de marzo, Israel ha duplicado la extensión de la “zona de contención militar” junto a todo el perímetro del enclave palestino bajo el pretexto de aumentar la seguridad de las comunidades israelíes fronterizas.
Mientras arrincona a la población local en un territorio cada vez más pequeño, arrasado y bajo un asedio medieval desde hace 55 días, el Ejército ha eliminado progresivamente de sus mapas las zonas humanitarias.
Según datos de la ONU, estas “zonas prohibidas” que ha declarado y tomado Israel con un nuevo despliegue de tropas a lo largo de todo el perímetro ocupan ya el 50% del total del territorio gazatí que, junto con las órdenes de evacuación emitidas durante el último mes, suman un 69% del total del enclave palestino. “La naturaleza y el alcance de las órdenes de evacuación suscitan serias dudas de que Israel pretende expulsar permanentemente a la población civil de estas zonas para crear una ‘zona tapón’”, ha denunciado la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.

Zonas de exclusión declaradas por Israel
Jerusalén
N
Área
ampliada
2 km
Erez Oeste
NORTE
DE GAZA
Erez
Ciudad
de Gaza
Beit Hanoun
Wadi Gaza
Franja
de Gaza
ISRAEL
Zonas con órdenes de desplazamiento activas emitidas desde el 18 de marzo.
DEIR AL
BALAH
Zonas de contención ocupadas por Israel.
Paso de
Kissufim
JAN YOUNIS
EGIPTO
RAFAH
Paso
de Rafah
Paso de
Kerem Shalom
GRÁFICO: IGNACIO SÁNCHEZ. FUENTE: OCHA.

Zonas de exclusión declaradas por Israel
en el perímetro de Gaza
Jerusalén
N
Área
ampliada
2 km
Erez Oeste
NORTE
DE GAZA
Erez
Ciudad
de Gaza
Zonas con órdenes de desplazamiento activas emitidas desde el 18 de marzo.
Franja
de Gaza
ISRAEL
Wadi Gaza
DEIR AL
BALAH
Zonas de contención ocupadas por Israel.
Paso de
Kissufim
JAN YOUNIS
RAFAH
EGIPTO
Paso
de Rafah
Paso de
Kerem Shalom
GRÁFICO: IGNACIO SÁNCHEZ.
FUENTE: OCHA.
El ministro de Defensa de Netanyahu, Israel Katz, no ha escondido sus intenciones y asegura que “a diferencia del pasado”, esta vez “las Fuerzas de Defensa de Israel no evacuarán las zonas que han sido limpiadas y tomadas” una vez acabe la guerra. Según las cifras publicadas por el Ejército de Israel, las tropas controlan el 30% del enclave palestino.
“Israel ha ampliado la zona colchón, ocupando más territorio en Gaza. Esto parece ser una forma de presión sobre Hamás y Gaza por ahora”, dice a elDiario.es Nasser Khdour, investigador de Oriente Medio de ACLED (Armed Conflict Location & Event Data). “Si en el futuro se llega a un acuerdo permanente con Hamás, Israel podría retirarse de partes de la zona colchón recién establecida y de las zonas pobladas, pero es poco probable que se retire totalmente de toda Gaza, su objetivo sería establecer una zona colchón permanente dentro de Gaza, similar a sus políticas en Líbano y Siria”.
“Para empezar, no se trata de una nueva ocupación, ya que, legalmente hablando, Gaza ya se considera un territorio ocupado. La Corte Internacional de Justicia (CIJ) lo afirmó claramente en su opinión consultiva sobre la ilegalidad de la presencia de Israel en los Territorios Palestinos Ocupados”, explica a elDiario.es Sonia Boulos, profesora palestino-israelí en la Universidad Antonio de Nebrija experta en derecho internacional.
“Lo que presenciamos aquí es el primer paso en la ejecución del plan de limpieza étnica de los palestinos de Gaza. La limpieza étnica es un crimen de lesa humanidad; el traslado forzoso de civiles también es un crimen de guerra. Lo sorprendente es que el Gobierno de Israel le diga al mundo claramente lo que pretende hacer”, dice Boulos. “Todo el objetivo de confinar a los palestinos de Gaza en un pequeño territorio es obligarlos a irse. Israel y sus aliados pueden llamar a esto migración, desplazamiento voluntario o como quieran; esto no cambiará la verdad, y esa verdad es que la destrucción apocalíptica de Gaza, hasta el punto de que ya no es habitable, pretende obligar a la población civil a abandonarla. Esto tiene un nombre: limpieza étnica”, añade.
“Nuestra misión era volar cosas por los aires”Desde el inicio de la guerra de castigo en octubre de 2023, Israel ha hecho un esfuerzo por arrasar y destruir todo rastro de vida levantado en la ‘zona tapón’. “Lo que decían en la sala de operaciones en noviembre [de 2023] es que se esperaba que la guerra durase un año y que sería como Judea y Samaria [Cisjordania]. Hablaban del perímetro en el norte, que íbamos a conquistar un área que quedaría limpia de todo y que sería una zona de contención entre Israel y Gaza”, revela en un informe de la ONG israelí Breaking the Silence un comandante de la División del Norte de Gaza desplegado al inicio de la ofensiva.
“Lo que ocurrió en Ikhzaa, que nunca había visto antes, es que recibes una misión para limpiar hasta la línea de 800 metros desde la valla fronteriza, es decir, no debe haber estructuras en Khirbat Ikhzaa”, relata un sargento desplegado meses después en la zona de Jan Yunis. “Las excepciones a esto fueron la escuela de la UNRWA y alguna otra pequeña instalación de agua. Cuando hay que volar algo, estás acostumbrado a tener un kit de explosivos y luego vienen los ingenieros y lo vuelan, pero ya no nos quedaban [explosivos], [así que] lo hacíamos con minas. Grandes minas lapa oxidadas que dios sabe dónde estaban almacenadas. Básicamente, nuestra misión principal era volar cosas por los aires, estoy hablando de hasta cientos de edificios”.
Tras expulsar a toda la población y dejar prácticamente vacía la ciudad de Rafah, en el extremo sur de la Franja, con sus operaciones desde la ruptura del alto el fuego en marzo, Israel se está preparando para incluir toda la urbe, que ocupa un 20% del territorio total de la Franja, en zona de contención, según ha informado el periódico Haaretz, citando a varias fuentes de Defensa. Se trata de un nuevo paso en sus planes y las autoridades aún tienen que decidir si simplemente impiden la entrada a la zona a todos los civiles o si limpiarán y destruirán todos los edificios, borrando del mapa una ciudad entera, informa el periódico israelí.
Después de que la cadena CNN recopilara múltiples testimonios sobre la destrucción de infraestructura civil en la zona de contención, las Fuerzas de Defensa de Israel confirmaron a esta cadena estadounidense que han establecido “una amplia presencia militar en la zona de seguridad adyacente a Israel” y que la consideran un “componente vital” para prevenir otro ataque como el del 7 de octubre de 2023. “Estas acciones son esenciales para impedir a Hamás y otras organizaciones terroristas operar en la zona al tiempo que garantiza la seguridad de las fuerzas israelíes y sus comunidades”.
Desaparecen las zonas humanitariasMientras esto ocurre, y los soldados desplazan a los gazatíes a un terreno cada vez más pequeño, en el que también son bombardeados, el Ejército de Israel ha ido eliminando de sus mapas y comunicados toda referencia a las denominadas áreas humanitarias, en las que se podía supuestamente refugiar la población civil, según ha revelado The Guardian.
Israel designó una pequeña franja de tierra en el sur de Gaza como “zona humanitaria” en diciembre de 2023. El pasado mes de mayo esa zona se expandió para incluir las poblaciones de Jan Yunis, Deir al Balah y Al Mawasi. Hasta enero, esa zona estaba delimitada en los mapas que publicaba el Ejército online y que su fuerza aérea lanzaba desde sobre la población civil. Sin embargo, eso ha cambiado desde que Netanyahu rompió el alto el fuego.
“Al Mawasi no está definida actualmente como zona segura y las zonas de evacuación cambian de acuerdo con las operaciones del Ejército”, respondían las Fuerzas Armadas a The Guardian. El periódico británico recuerda que miles de personas siguen huyendo hacia Al Mawasi pensando que es una zona protegida, pero la ONU señala que ha sido blanco de 23 bombardeos desde que terminó el alto el fuego. “Las imágenes de niños ardiendo mientras se refugian en tiendas nos deberían remover por dentro”, decía la semana pasada la directora ejecutiva de UNICEF tras un ataque con misiles a uno de los campos de refugiados en Al Mawasi.
Cuando el área humanitaria estaba bien delimitada y anunciada, tampoco estuvo a salvo de los ataques israelíes. Una investigación de la BBC identificó un total de 97 ataques en este territorio entre mayo de 2024 y enero de 2025, los cuales dejaron 550 muertos.
Khdour explica que desde que Israel rompió el acuerdo de alto el fuego “las operaciones del ejército de Israel se han centrado en aumentar la presión gradual sobre Hamás y la población de Gaza para forzar a Hamás a entregar el control de la Franja, desarmarse y liberar a los rehenes”. “Hamás es mucho más débil que al principio de la guerra. Ha perdido una parte sustancial de su fuerza de combate, el descontento entre la población de Gaza va en aumento y los aliados regionales de Hamás le prestan mucho menos apoyo. Aunque Hamás sigue lanzando algunos ataques contra las IDF durante las operaciones actuales, está evitando en gran medida los enfrentamientos directos”, añade.
“La única razón por la que Israel puede anunciar públicamente sus planes de limpieza étnica de Gaza es porque sigue gozando de impunidad, incluso tras la indicación de una serie de medidas provisionales en el caso presentado por Sudáfrica acusando a Israel de violar la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, así como la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que declaró a Israel en violación de un principio clave del derecho internacional”, sostiene Boulos.
“Los palestinos no necesitan el reconocimiento de un Estado ficticio, sino el reconocimiento de su derecho a la autodeterminación, como lo ha destacado la CIJ. Para ejercer este derecho, primero necesitan existir físicamente y luego como una comunidad política con dignidad y derecho a la seguridad, al florecimiento y al disfrute de sus recursos naturales. Los habitantes de Gaza no luchan por su supervivencia, sino por la supervivencia de los principios morales y jurídicos básicos de que todos los pueblos tienen igual dignidad y de que la dominación y la explotación son una ignominia para la humanidad”, concluye la profesora.