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El tejido de las relaciones armamentísticas entre España e Israel, al detalle

El tejido de las relaciones armamentísticas entre España e Israel, al detalle

El embargo integral es el único medio de detener completamente la exportación de armas a un gobierno acusado de cometer genocidio

Por qué los países europeos están obligados a adoptar un embargo integral de armas frente al genocidio israelí en Gaza

Las declaraciones públicas de las autoridades españolas deben ser plenamente compatibles con lo que sostienen los datos proporcionados por el propio Estado. 

Las relaciones armamentísticas entre España e Israel tienen, al menos, 10 ámbitos, que pueden solaparse: 1) Las exportaciones; 2) las importaciones; 3) la adquisición de productos israelíes a través de contratos públicos; 4) la incorporación de componentes israelíes en sistemas de armas no israelíes; 5) la cooperación empresarial para vender a terceros países; 6) el tránsito o el transbordo por puertos y aeropuertos españoles; 7) la colaboración entre entidades israelíes y españolas, incluyendo las universidades, en programas de investigación; 8) la colaboración en los marcos de la OTAN (Israel no es miembro, pero participa con frecuencia en sus actividades y tiene acceso a sus estándares de producción armamentística) y la cooperación europea y bilateral en materia de inteligencia y seguridad; 9) el suministro de material de defensa y seguridad israelí en armerías españolas; y 10) la participación en eventos armamentísticos en ambos países, como las ferias o los foros de seguridad y defensa.

El informe del Centro Delàs de Estudios por la Paz “Beneficio colateral. Relaciones armamentísticas entre España e Israel desde el 7 de octubre de 2023”, publicado el 7 de mayo, detalla los primeros seis tipos de relaciones. En informes anteriores, hemos analizado el resto de esas relaciones, por lo general establecidas con anterioridad al 7 de octubre de 2023. La colaboración universitaria también ha sido analizada por el Centro Delàs en el ámbito estatal y el catalán.

No son datos “según el Centre Delàs”, sino “según el Estado español

La información que contiene el informe y lo que sostiene el Gobierno no casan bien. Nuestras publicaciones incluyen interpretaciones y análisis por los que debemos y podemos rendir cuentas. Sin embargo, los datos son públicos y fácilmente verificables. Encontrarlos y recopilarlos ha supuesto mucho esfuerzo, pero comprobar su veracidad apenas requiere de unos minutos haciendo clic en los hiperenlaces. No se trata de datos “según el Centre Delàs”, sino “según el Estado”. 

La adjudicación de contratos 

Hace tres semanas, el Centre Delàs adelantó un anexo en su informe con una lista con 46 adjudicaciones de contratos para el suministro o mantenimiento de material de defensa o seguridad israelí. No estaban todos los que eran, hay probablemente más. La información que aparece en ese anexo no es imprecisa o errónea. Es fácil confirmar a través de los hiperenlaces que el 100% del contenido de esa lista proviene de la Plataforma de Contratación del Sector Público, dado que ese anexo no incluye valoración ni interpretación. 

El Gobierno ha ido modulando su discurso añadiendo más supuestos a medida que aparecían evidencias disonantes con declaraciones anteriores. En su último posicionamiento, señaló estos criterios: adquisiciones que no implican armamento o munición, compras que se refieran a productos “imprescindibles para el funcionamiento y la seguridad de los equipamientos ya existentes” y/o contratos adjudicados a “empresas con sede y producción en España”.  

En la comparecencia en el Congreso del ministro del Interior de este miércoles 21 de mayo, preguntado por la posibilidad de futuras adjudicaciones de contratos, el ministro dio a entender que no volverán a producirse. Sin embargo, eso no será posible a menos que se decrete una prohibición administrativa, porque sin ella no se puede impedir que empresas israelíes o sus representantes puedan seguir siendo adjudicatarias.  

Y no será posible, además, si no se prescinde de los productos ya adquiridos, porque serán sus fabricantes o sus representantes las que ganarán los contratos para el mantenimiento y la modernización de sus propios productos, porque nadie más puede hacer eso, sea por capacidad, por derechos de propiedad o por cualquier otra razón. De hecho, el anexo del informe muestra que en una mayoría de contratos la empresa adjudicataria fue la única licitadora, la única oferta presentada.  

Sin medidas administrativas, las empresas fabricantes israelíes, sus filiales, sus representantes en España u otras empresas que cuenten con su certificación y visto bueno seguirán encargándose de mantener, reparar o modernizar esos productos. Y en todos los casos se seguirá alimentando a la industria militar israelí y abaratando y haciendo viable lo que hace el Ejército de ese país. 

Las exportaciones desde España a Israel  

Las autoridades españolas han insistido en que las exportaciones de material de defensa a Israel han sido temporales con fines de mantenimiento y reparación. Sin embargo, según DataComex, portal de la Secretaría de Comercio, entre octubre de 2023 y febrero de 2025 España exportó un total de 1.262.960 euros a Israel de material calificado por el código 93 (“armas y municiones”).  

De esa cantidad, 125.240 euros (el 9,9%) tenía como destino a Filipinas y 987.000 euros (otro 78%) correspondieron a municiones transferidas desde Nammo Palencia, en España, hasta Elbit Systems, en Israel. Esas dos transferencias, que suponen el 88% del total por el código 93, requieren de clarificación sobre su encaje en la narrativa de las reparaciones. En Noruega, que prohíbe las exportaciones a Israel, Nammo redirigió su responsabilidad (la empresa es mayoritariamente noruega) al Estado que autorizó esas exportaciones: España. Esa transferencia está analizada al detalle en el informe del Centre Delàs, con sus correspondientes fuentes y referencias. 

Los datos de las exportaciones de España a Israel difieren sobremanera si quien informa son instituciones públicas españolas o israelíes. Desconcierta que, tratándose de datos técnicos aduaneros regulados internacionalmente, no coincidan los códigos. Estas diferencias son fáciles de comprobar, entrando en DataComex, (datos de España) y en las Estadísticas de Importaciones en Israel y haciendo en ambos portales la consulta para el código 93 (“armas y municiones”). Entre octubre de 2023 y marzo de 2025, las estadísticas israelíes listan 88 envíos desde España por una suma de 5,3 millones de euros. En DataComex, sin embargo, en ese periodo apenas aparecen 1.262.960 euros, 4,2 veces menos que lo referido por Israel.  

Un dato sugiere que quizá —es una mera conjetura que puede resultar equivocada— Israel computa con código 93 lo que España identifica con otros códigos: en el primer semestre de 2024 (el único periodo posterior al 7 de octubre de 2023 del que disponemos de datos del material de defensa exportado), España informó de un volumen económico de exportación de “material de defensa” (bajo numerosos códigos Taric, las claves usadas para clasificar mercancías en la UE) de 1,25 millones de euros, similar a lo que Israel cataloga con un único código, el 93. No puede determinarse con precisión, porque los datos israelíes están en su moneda, el shekels, la tasa de cambio es tan desconocida como el día en el que se formalizó la transferencia y existen hasta siete formas comerciales distintas en esas exportaciones, cada una de las cuales asigna unos costes de transporte diferentes. 

La colaboración industrial: más allá de la adjudicación de contratos

La adjudicación de contratos públicos es solo una de las cuatro maneras de colaboración empresarial identificadas entre España e Israel. La tabla anexo mencionada antes incluye los contratos públicos adjudicados a empresas de defensa israelíes, a sus filiales en España y a empresas españolas o establecidas en España que proporcionan productos o servicios de productos israelíes con certificación o acuerdos de transferencia de tecnología de las empresas israelíes, y por las que estas últimas reciben un beneficio económico. Insistimos: “productos israelíes”.  

La gran mayoría de las empresas adjudicatarias son israelíes o sus representantes en España. Pero también hay otros casos, entre los que destaca el sistema lanzacohetes SILAM: las adjudicatarias no son israelíes, pero sí lo es el producto original, de Elbit Systems, que obviamente hace negocio cediendo su tecnología, sin cederla toda, dejando una parte esencial en manos israelíes y generando dependencia. Lo mismo ocurre con el misil antitanque Spike. La adjudicataria fue la filial de Rafael en España, Pap Tecnos, una empresa “española”, pero también filial de Rafael, una compañía que pertenece a las Fuerzas Armadas de Israel. En su web, en la sección “Rafael Group” pueden localizar la bandera de España junto a otras dos para Europa (Alemania y Reino Unido). Allí aparece el logo de Pap Tecnos.

Quizá este caso inspiró ese criterio mencionado de “empresas con sede y producción en España”. Al respecto, caben dos apuntes. El primero: qué más dará dónde se fabriquen los misiles y las torretas si lo que debatimos no son puestos de trabajo, sino la cooperación con un gobierno acusado de cometer genocidio. El segundo, no toda esa producción se realiza en España, al menos la tecnología esencial que la industria israelí guarda con celo. Y por eso importamos y seguiremos importando. 

La segunda forma de cooperación empresarial es la incorporación de componentes israelíes en sistemas de armas que no son israelíes. Es decir, lo “israelí” no es el sistema de armas o el producto finalizado, sino algunos componentes. En el informe utilizamos el ejemplo del vehículo blindado Dragón 8x8, un producto que se publicita como “español”, pero dispara misiles Spike de Rafael, incorpora un blindaje de la israelí Plasan, utiliza una radio de la empresa israelí Elbit Systems y sistemas de protección activa de Elbit y Rafael. Aquí no median directamente contratos públicos. Las adjudicatarias son empresas no israelíes que utilizan material de defensa israelí.

La tercera es la distribución en España de productos de seguridad y defensa israelíes. El ejemplo más destacado es la empresa Guardian Defense & Homeland Security, filial en Madrid del grupo Guardian LTD Israel. La empresa es clara en su web: “Guardian representa en España los principales fabricantes israelíes de material policial y militar”, y especifica que proporciona más de 100 “productos de seguridad” en más de 70 “distribuidores en España” tras más de 20 “años de experiencia”. La empresa concluye en su web que “los números lo dicen todo”.

Esa empresa ha sido adjudicataria de 19 contratos de instituciones públicas desde el 7 de octubre de 2023, pero su negocio en España va más allá de la contratación pública. Por ejemplo, proporciona un curso de “combate y protección” en Israel, “dirigido a miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado (GC, PN, Policías locales, Militares etc.) y al personal habilitado de seguridad privada” (sic). Entendemos que las siglas corresponden a la Guardia Civil y la Policía Nacional.

Elbit Systems es la principal suministradora del Ejército israelí, y lo que sucede en Gaza explica el enorme aumento de sus ingresos

La cuarta es la colaboración empresarial para productos conjuntos. En el informe se utiliza el ejemplo del vehículo blindado Sabrah para el Ministerio de Defensa de Filipinas producido entre la empresa General Dynamics European Land Systems - Santa Bárbara Sistemas (GDELS-SBS, que aporta los vehículos ASCOD –también conocidos como “Pizarro”) y la israelí Elbit Systems (que incorpora una torreta de mando y control y un cañón de 105 mm).

El grueso de las exportaciones se realizó antes del 7 de octubre de 2023, aunque el informe identifica 908.200 euros (de un total de cerca de 45 millones) que probablemente fueron exportados con posterioridad. Esta colaboración empresarial fue particularmente controvertida por aprovecharse del acceso privilegiado de Elbit al gobierno de Rodrigo Duterte, por su experiencia en combate y por no poner pegas a los acuerdos. Ese contrato fue firmado cuando el presidente filipino estaba siendo investigado en la Corte Penal Internacional. Hoy está detenido. Pero ¿qué relación tiene esto con lo que pasa en Gaza?

Elbit Systems es la principal suministradora del Ejército israelí, y lo que está sucediendo en Gaza explica el enorme aumento de sus ingresos. Así lo reconoce la propia compañía en su informe de resultados en el primer trimestre de 2025, en el que reporta unos ingresos de 1.900 millones dólares, un “impresionante” aumento del 22% en relación con el primer trimestre de 2024, y sitúa la cartera de pedidos en nada menos que 23.100 millones de dólares. Según ese informe, “aproximadamente el 66% de la cartera actual de pedidos corresponde a pedidos fuera de Israel. Está previsto que aproximadamente el 51% de la cartera de pedidos se ejecute durante lo que resta de 2025 y 2026”.

Esta estimación augura un aumento exponencial de sus ingresos en el corto plazo, a pesar de que la propia Elbit reconoce que “algunas operaciones han experimentado interrupciones debido a limitaciones operativas y de la cadena de suministro”. Dos de los factores que argumenta son la “escasez de materiales y componentes” y las “limitaciones impuestas por algunos países a las exportaciones a Israel”. Es decir, esas “limitaciones” tienen un impacto en el suministro en Gaza. Imagínense un embargo.  

Con todo, su presidente y CEO, Bezhalel Machlis, declaró en ese informe: “creemos que Elbit está bien posicionada para aprovechar las oportunidades que ofrece el aumento de los presupuestos de defensa a nivel mundial y en particular en Europa, gracias a nuestras filiales consolidadas en todo el continente, como lo demuestran los contratos conseguidos”. Solo en España, Elbit, sus filiales y las empresas que suministran, desarrollan y mantienen sus productos se han adjudicado 17 contratos públicos desde el 7 de octubre de 2023, por un total de 585 millones de euros. En su informe, Elbit anunció que el 7 de julio pagará los dividendos a los accionistas. 

GDELS - Santa Bárbara Sistemas se “benefició colateralmente” (en este sentido titulamos nuestro informe) de la adjudicación del contrato a Elbit en Filipinas. Esa misma colaboración va a repetirse. El Ministerio de Defensa de Letonia adjudicó en enero de 2025 un contrato de 373 millones de euros a Santa Bárbara para que le suministre 42 vehículos blindados ASCOD que serán previsiblemente fabricados en Trubia (Asturias). En abril, se conoció que Santa Bárbara “adjudicó”, a su vez, a Elbit Systems un contrato de 88 millones de euros para que arme esos vehículos con una torreta UT30MK2. No sabemos si Elbit hará negocio gracias a Santa Bárbara o si es Santa Bárbara la que se beneficia de Elbit, porque la oferta ganadora incluía su torreta, un atractivo “probado en combate”: esa expresión aparece en ocho ocasiones en la publicidad de ese producto. 

Lo que sí sabemos es que dentro de algunos meses aparecerán titulares señalando exportaciones de material de defensa a Israel. Por el ASCOD, pero también por la dependencia generada con la industria israelí. También seguirán adjudicándose contratos y continuarán el resto de los 10 ámbitos de relaciones armamentísticas que señalamos al principio. La única manera de que eso no suceda es oficializar administrativamente lo que se ha manifestado en la política: imponiendo un embargo integral.

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