(Londres TV) El lanzamiento de ensayo o prueba de un misil de crucero terrestre con un rango superior a los 500 kilómetros, por parte de los Estados Unidos, ha sido condenado enérgicamente por la Federación Rusa.
Esta prueba tuvo lugar apenas tres semanas después de que expirara el Tratado de Fuerza Nucleares de Alcance Intermedio (INF por sus siglas en inglés), el cual tenía expresamente prohibido que Estados Unidos y Rusia almacenaran, probaran o desplegaran misiles terrestres, convencionales o nucleares de alcance intermedio de (entre 500 y 5000 kilómetros). China también ha protestado.
Estados Unidos está siendo alertado por Rusia y China quienes ven en las pruebas de Washington una especie de provocación o intento de atemorizar por lo que hacen y a quienes apoyan dichas potencias, por ejemplo Venezuela. Una escalada militar puede estar en ciernes, alertan las potencias, al tiempo que señalan que tras el ensayo del nuevo misil por parte de EEUU la era del control nuclear se desmorona.
El INF fue rubricado en 1987 por los expresidentes Ronald Reagan de Estados Unidos y Mijail Gorbachov de Rusia. Estados Unidos ya había acusado a Rusia de haber violado el acuerdo una vez que lanzó el misil Novator 9M729, ante esto la respuesta del Krenlin fue una negación rotunda de ello, y continúa con el desarrollo y despliegue de estos proyectiles. Vladimir Putin, actual presidente de Rusia acusa a EEUU de incumplir el acuerdo con la instalación hace cuatro años de una base antimisiles llamada Aegis en Rumanía. El ministro de relaciones Exteriores ruso, Serguei Riabkov ha dicho que Estados Unidos venía desarrollando este nuevo misil desde hace años, porque es muy poco probable que en un plazo tan corto de tiempo planeara todo un operativo de lanzamiento el lunes pasado.
Si Estados Unidos no lanza misiles, Rusia tampoco lo hará, ha dicho el gobierno. Entre tanto China considera que “los ensayos de los misiles hechos en las costas de California tendrán consecuencias graves para la seguridad regional e internacional”, indicó el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Geng Shuang.
(Martes 20 de agosto de 2019)
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