Turquía espera este miércoles la llegada del vicepresidente estadounidense, Mike Pence, y del secretario de Estado, Mike Pompeo, aunque rechaza su propuesta de negociar con las milicias kurdosirias por considerarlas terroristas.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, tiene previsto reunirse mañana en Ankara con la delegación liderada por Pence y que integran, además de Pompeo, también el asesor de Seguridad Nacional, Robert O'Brien, y el enviado especial para Siria, James Jeffrey, según informan medios turcos.
"Estamos pidiendo un alto el fuego", dijo el presidente de EEUU, Donald Trump, al anunciar ayer el envío de sus emisarios para que medien en la búsqueda de una solución negociada al conflicto entre Turquía y las milicias kurdas Unidades de Protección del Pueblo (YPG) que el ejército turco combate en el norte de Siria.
La prensa turca afirma que Erdogan ya le ha dicho a Trump, en una conversación telefónica mantenida anoche, que rechaza negociar con las YPG por considerarlas terroristas debido a sus vínculos con la guerrilla kurda activa en Turquía, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
"No parece apropiado" que Estados Unidos intente mediar entre "la República turca y una organización terrorista", dijo Erdogan.
El mandatario explicó que le propuso a Trump que primero busque un acuerdo con Turquía, antes de plantear interrumpir la violencia.
"Envíe una delegación, negociamos y llegamos a un acuerdo primero. Luego hablaremos del alto el fuego", dijo el presidente turco sobre su conversación con el jefe de la Casa Blanca.
"No podemos declarar el alto el fuego primero y discutir otros temas más tarde. Primero llegaremos a un acuerdo y luego hablaremos del alto el fuego", enfatizó.
Las milicias kurdosirias fueron un aliado clave de Washington en la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) y recibieron apoyo de Estados Unidos hasta la semana pasada, cuando Trump ordenó la retirada de las tropas del norte de Siria.
Ante la ofensiva turca en ese territorio, las YPG llegaron a un acuerdo con el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, para repeler el ataque turco iniciado el pasado día 9 y recuperar el territorio conquistado hasta ahora por los soldados turcos y sus aliados.
El ministerio de Defensa ruso aseguró ayer que fuerzas leales al Gobierno sirio se hicieron ayer con el control de 1.030 kilómetros cuadrados en y en torno a la ciudad de Manbech, al este del Éufrates, una de las regiones que Ankara también quiere controlar.
Erdogan culpó a la "artillería del régimen" de un ataque ayer en Manbech que causó la muerte de dos soldados turcos y dejó a otros siete heridos.
Si bien admitió que las fuerzas turcas "respondieron" a las acciones del régimen, no dio detalles al respecto.
Erdogan ha asegurado que el Ejército turco controla ahora un área de unos mil kilómetros cuadrados de territorio sirio fronterizo, del total de 15.000 kilómetros cuadrados de una franja que va desde el este del río Éufrates a la frontera con Irak y que pretende conquistar en su incursión militar.