El Gobierno de Yemen y los separatistas del sur del país, con la mediación de Arabia Saudí, están cerca de alcanzar un acuerdo para resolver la crisis que estalló el pasado agosto, según dijo este jueves Naciones Unidas.
El enviado de la organización para Yemen, Martin Griffiths, explicó al Consejo de Seguridad que las dos partes han logrado "progresos muy significativos" y que el pacto está "al alcance".
Griffiths, que compareció por videoconferencia desde Riad, aseguró que él mismo esperaba que el acuerdo pudiese haberse anunciado este jueves y que, aunque no ha sido posible, las perspectivas son buenas.
En agosto, la tensión se disparó en el sur de Yemen después de que el separatista Consejo Transicional Sureño (CTS) tomase el control de facto de la ciudad de Aden, sede provisional del Gobierno.
Las milicias afiliadas al CTS, que reciben el respaldo de Emiratos Árabes Unidos, lanzaron también varios órdagos en las provincias vecinas de Abian y Shabua.
Emiratos es el principal socio de la coalición árabe liderada por Riad que interviene en Yemen en favor del Gobierno, pero al mismo tiempo ha apoyado en los últimos años a los separatistas sureños, que aspiran a independizarse del norte, después de la anexión entre norte y sur de hace unas dos décadas.
Desde los enfrentamientos de agosto, Arabia Saudí ha estado intentado mediar entre las dos partes para lograr un acuerdo y esta semana las tropas emiratíes se retiraron de una base y del aeropuerto de Adén, cediendo el control de la instalación a fuerzas saudíes.
Griffiths no dio en público ningún detalle del posible acuerdo, pero dejó claro que el objetivo es que el Gobierno de Yemen pueda regresar con seguridad y plena autoridad a Adén.
El diplomático de la ONU reconoció que la situación sigue siendo volátil, pero destacó la relativa calma en la zona y la ausencia de combates recientes.
Mientras, Griffiths celebró también el compromiso de los rebeldes hutíes de suspender todos los ataques con drones y misiles balísticos contra Arabia Saudí, anunciado el pasado 20 de septiembre y que ha permitido una reducción de la violencia, apuntó.
Los rebeldes controlan buena parte del país, incluida la capital Saná, desde 2014 y se enfrentan a las tropas gubernamentales y a la coalición árabe, que inició su intervención en 2015 y que acusa al movimiento chií de estar respaldado por Irán.
Según Naciones Unidas, estos y otros acontecimientos recientes ofrecen "señales de esperanza" para Yemen, que vive la peor crisis humanitaria del mundo como consecuencia de la guerra.
Pese a ello, el jefe humanitario de la ONU, Mark Lowcock, aseguró este jueves que septiembre fue el peor mes para los civiles en lo que va de año, con al menos 388 muertos o heridos en el país.