El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, inició hoy una visita de tres días a República Democrática del Congo (RDC), donde la epidemia de ébola declarada en agosto del año pasado ya ha matado a más de 2.000 personas.
"Hoy existen importantes preocupaciones relativas a la salud. Hay sarampión, malaria, cólera y ahora el terrible drama del ébola. Estamos totalmente del lado de las autoridades congoleñas y del pueblo congoleño para tratar de responder mejor a todos estos desafíos", declaró Guterres a la prensa local.
El secretario general de la ONU visitó hoy Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte, la más afectada por el brote de ébola, donde fue recibido por representantes gubernamentales, jefes de otras agencias de Naciones Unidad en la RDC y miembros de la Misión de las Naciones Unidas en la RDC (MONUSCO).
"Estoy muy orgulloso del trabajo de nuestras fuerzas de paz de la ONU en la República Democrática del Congo: poner en riesgo sus propias vidas en condiciones a menudo peligrosas para proteger a los civiles. Les agradezco su servicio y sacrificio", escribió Guterres en Twitter.
La existencia de decenas de grupos armados que operan en la región nororiental del país es uno de los motivos por los que esta epidemia se ha agravado, así como por el rechazo de algunas comunidades a recibir tratamiento y por las malas telecomunicaciones.
Todos estos factores han convertido este brote en "una de las crisis humanitarias más grandes y complejas del mundo", según declaró la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un comunicado.
Durante su visita en Goma, Guterres conoció a algunos de más de 120.000 excombatientes que depositaron las armas y llamó a los miembros de los grupos armados a hacerlo también, a "pensar en una vida en paz en sus comunidades de origen y a reintegrarse de una manera armoniosa en la sociedad".
A fecha de 29 de agosto, 2.015 personas han muerto a causa de esta enfermedad (1.910 de ellas confirmadas en laboratorio) de un total de 3.017 contagios (2.912 positivos), según informó hoy el Comité Multisectorial de Respuesta al Ébola (CMRE), organismo oficial de la RDC que coordina la lucha contra la enfermedad.
Además, el broté saltó con varios casos a la vecina Uganda, siendo el último de ellos una niña congoleña de 9 años que había viajado acompañada de su madre y que falleció este viernes.
La visita del secretario general a la RDC tiene como objetivos hacer un balance sobre los esfuerzos realizados hasta ahora contra el ébola y movilizar más apoyo, evaluar las operaciones de mantenimiento de la paz de la MONUSCO y apoyar a las autoridades congoleñas en la consolidación de la paz en el país.
Este domingo está previsto que Guterres viaje a Beni y Mangina, localidad en la que comenzó la epidemia a finales de julio de 2018, cuando una mujer de 65 años, tras ser atendida en un hospital, fue enterrada sin tener en cuenta los estándares para prevenir la expansión del ébola.
Finalmente, el lunes el secretario general de la ONU se reunirá con el presidente de la RDC, Félix Tshisekedi, así como con el primer ministro del país, Sylvestre Ilunga, y la presidenta de la Asamblea Nacional, Jeanine Mabunda.
Esta es la primera vez que Guterres visita la RDC desde que asumió el cargo de secretario general de la ONU en enero de 2017, tras haber anulado, por tensiones con el anterior presidente, Joseph Kabila, la que tenía prevista en julio de 2018.
La actual epidemia de ébola en la RDC es la décima que sufre el país desde 1976, la más letal de la historia de la RDC y la segunda peor a nivel global.
El brote más devastador de ébola fue el declarado en Guinea-Conakri en marzo de 2014, que se extendió a las vecinas Sierra Leona y Liberia causando más de 11.000 muertos y 28.600 infectados en dos años, según la OMS.
El virus del Ébola se transmite a través del contacto directo con la sangre y los fluidos corporales contaminados, provoca fiebre hemorrágica y posee una tasa de mortalidad promedio cercana al 70 %.