La Comisión Europea (CE) rebajó este jueves una décima su previsión de crecimiento económico en la eurozona durante 2019, hasta el 1,1 %, mientras que para 2020 la estimación descendió dos décimas, hasta el 1,2 %.
Para el conjunto de la Unión Europea (UE), Bruselas mantuvo la proyección de crecimiento del producto interior bruto (PIB) en el 1,4 % durante este año y la redujo dos décimas para el próximo, hasta el 1,4 %.
Las proyecciones macroeconómicas de otoño que publicó hoy la CE, más pesimistas que las anteriores, anunciadas en julio, también incluyen por primera vez datos para 2021.
El Ejecutivo comunitario reconoció que las tensiones comerciales "persistentes" entre Estados Unidos y China, así como "los elevados niveles de incertidumbre política", sobre todo, en el ámbito del comercio, "han pesado sobre la inversión, la industria manufacturera y el comercio internacional".
Como riesgos, también señaló la posibilidad de un "brexit" sin acuerdo o una ralentización más profunda de lo previsto en China.
Bruselas constató que el crecimiento económico mundial seguirá siendo "débil" y, por ese motivo, afirmó que el aumento del PIB en Europa dependerá "de la fuerza de los sectores más orientados hacia el mercado interior".
En cualquier caso, la Comisión destacó que la economía europea se encuentra ahora en su séptimo año consecutivo de crecimiento y que seguirá expandiéndose durante 2020 y 2021.
Así, aseguró que los mercados laborales siguen siendo "fuertes" y que el desempleo continúa bajando, pero insistió en que el entorno exterior es "mucho menos favorable" y que las incertidumbres son "grandes".
"Hasta ahora, la economía europea ha demostrado resistencia ante un entorno externo menos favorable: el crecimiento económico ha continuado, la creación de empleo ha sido robusta y la demanda interna ha resultado fuerte", declaró en un comunicado el vicepresidente de la CE para el Euro, Valdis Dombrovskis.
Sin embargo, el político letón advirtió de que podrían producirse dificultades en el futuro y volvió a mencionar los conflictos comerciales, la debilidad del sector manufacturero, pero también las tensiones geopolíticas y el "brexit".
Por tanto, instó a los países con altos niveles de deuda a adoptar "políticas fiscales prudentes" y a rebajar el endeudamiento, mientras que para los Estados miembros con margen de maniobra en sus cuentas, como Holanda y Alemania, planteó aprovecharlo ahora. Esa recomendación se traduciría en que esos países adoptasen políticas fiscales más expansivas.
Entre las grandes economías del euro, liderará el crecimiento del PIB durante 2019 España (1,9 %), seguida de Holanda (1,7 %), Francia (1,3 %), Alemania (0,4 %) e Italia (0,1 %).
Bruselas apuntó, además, que los niveles de déficit también "se deteriorarán ligeramente" y en la eurozona se situarán en el 0,8 % en 2019, en el 0,9 % en 2020 y en el 1 % en 2021. En toda la Unión Europea el déficit será del 0,9 % este año, del 1,1 % el siguiente y del 1,2 % en 2021.
En cuanto a la deuda pública de los diecinueve socios del euro, pasará de representar el 86,4 % del PIB en 2019 al 85,1 % en 2020 y al 84,1 % en 2021, en tanto que en los Veintiocho se ubicará en el 80,6 % este año y descenderá al 79,4 % el siguiente y al 78,4 % en 2021.
La tasa de desempleo entre los socios del euro se situará en el 7,6 % en 2019, en el 7,4 % en 2020 y en el 7,3 % en 2021. En todo el club comunitario será, respectivamente, del 6,3 %, 6,2 % y 6,2 %.
La inflación de la eurozona será del 1,2 % este ejercicio y el siguiente, pero subirá al 1,3 % en 2021, mientras que en la UE permanecerá en el 1,5 % en 2019 y 2020, para pasar al 1,7 % un año después.