Tres personas han muerto y cinco permanecen desaparecidas por los incendios forestales que se registran en el este de Australia, según fuentes oficiales que cita EFE.
Además, cerca de unas treinta personas han resultado heridas y alrededor de 150 viviendas quedaron destruidas por las llamas, según el Servicio de Bomberos de Nueva Gales del Sur.
Esta situación extrema, que ocurre al inicio de la temporada de incendios en Australia, se concentra, por segundo día consecutivo, en el estado oriental de Nueva Gales del Sur, donde se han registrado unos 77 incendios forestales, de los cuales 42 están fuera de control y 9 se han colocado en el nivel de "alerta de emergencia".
El comisionado del Servicio Rural de Bomberos de Nueva Gales del Sur, Shane Fitzsimmons, ha declarado a la prensa que "hay muchas áreas fuertemente impactadas por los incendios a los que no hemos podido enviar a nuestro personal para hacer la evaluación preliminar".
"Nunca hemos tenido tantos incendios a este nivel de emergencia", declaraba este viernes a la cadena local ABC, Fitzsimmons, al remarcar que "desafortunadamente estamos en territorio desconocido".
Más de mil bomberos se encuentran en el terreno luchando contra las llamas, que ya han quemado unas 575.000 hectáreas de terreno, desde el 1 de julio hasta principios de mes, lo que ha superado a la superficie que se ha quemado en las dos últimas temporadas juntas.
Asimismo los bomberos en el estado de Queensland, al norte de Nueva Gales del Sur, han emitido alertas u ordenado la evacuación en varias localidades de la llamada Sunshine Coast.
La temporada de fuegos en Australia varía según la zona y las condiciones meteorológicas, aunque generalmente se registran en el verano austral (entre los meses de diciembre a marzo).
Los peores incendios vividos en el país oceánico en las últimas décadas ocurrieron a principios de febrero de 2009 en el estado de Victoria (sureste): causaron 173 muertos y 414 heridos, y quemaron una superficie de 4.500 kilómetros cuadrados.