Alexandr Lukashenko, presidente autoritario de Bielorrusia desde 1994, realizó este martes en Viena, Austria, su primera visita a un Estado miembro de la Unión Europea (UE) desde 2016, durante la que presentó a su país como un modelo de derechos civiles.
Al ser preguntado por los periodistas sobre los derechos humanos en Bielorrusia, Lukashenko planteó "¿qué es lo que no está bien?"
Así, afirmó que en su país hay "derecho al trabajo, derecho a la vida y derecho a la educación"
"Tenemos también un sistema de salud gratuito. Nómbrenme un sólo país de la UE que pueda estar orgulloso de esos logros", señaló Lukashenko ante preguntas de los medios sobre la situación en su país, informa la agencia de noticias APA.
El mandatario bielorruso aseguró además que en su país no existen restricciones en lo que a los medios de comunicación se refiere.
Sin embargo, la organización "Reporteros sin Fronteras" sitúa a Bielorrusia en el puesto 153, entre 180 países, en su más reciente último ranking de libertad de prensa.
En relación a la pena de muerte, Lukashenko recordó que fue aprobada en referéndum en 1996 y que los estudios de opinión muestran que la población sigue apoyando esa política, por lo que - dijo - no hay motivo para una consulta destinada a abolirla.
Sobre las peticiones de la UE para acabar con la pena capital, - una condición para cualquier país que quiera acceder al club comunitario - el líder bielorruso recordó que Bruselas tiene buenas relaciones con Estados Unidos y China, países donde se sigue ejecutando a condenados.
En su visita oficial a Austria, segundo mayor inversor extranjero en Bielorrusia, Lukashenko fue recibido por el presidente federal, el ecologista Alexander van der Bellen.
Ésta es su primera visita a un país miembro de la UE desde 2016, el mismo año en el que Bruselas levantó la mayor parte de las sanciones impuestas a Bielorrusia en 2004 tras las desapariciones de varios opositores políticos, aunque sigue vigente un embargo de armas impuesto en 2011