La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) reconoció este viernes al territorio indígena "Katsa Su" del pueblo indígena awá y a los 32 cabildos indígenas que lo componen como víctimas del conflicto armado colombiano.
La Sala de Reconocimiento de la Verdad de la JEP determinó la "inescindibilidad" del territorio y el pueblo awá -es decir, la imposibilidad de separar o dividir su región- y avaló las "graves afectaciones, diferenciadas y desproporcionadas que sufrieron en el conflicto armado".
Por eso, la JEP procedió a acreditarlos como víctimas dentro de la justicia transicional, y reconoció a 32 cabildos que están integrados por unas 20.200 personas y asentados en 27 resguardos y cinco territorios ancestrales en proceso de titulación.
Los awá, cuaiquer (o kwaiker) son un pueblo amerindio que habita a ambos lados de la frontera entre Colombia y Ecuador, en los bosques muy húmedos de la vertiente occidental de los Andes; desde el río Telembí, en Nariño, hasta Carchi, Imbabura, Sucumbios y Esmeraldas.
Para los awá, su población pertenece al "Katsa Su" (madre tierra) que está viva, y es la fuente del buen vivir y la casa de su comunidad y de los seres que allí habitan.
Se calcula que en total la población está formada por 29.000 personas, el 89 % de las cuales vive del lado colombiano, en Ricaurte, Tumaco, Barbacoas, Mallama, Roberto Payán, en el departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador.
La JEP indicó que respeta la "autonomía, las formas de vida y los sistemas jurídicos y de comprensión del mundo del pueblo awá", y apeló al amparo jurídico de la constitución colombiana y a su protección por la diversidad étnica y cultural.
Además, distinguió el papel de los awá como "actores sociales y políticos activos que contribuyen a la construcción de un Estado democrático, pluralista y participativa" y su aporte a la consolidación de la paz territorial.