El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, es "responsable directo" por el aumento de la deforestación en la Amazonía y por los asesinatos de defensores del medio ambiente como Paulo Paulino Guajajara, según denunciaron líderes indígenas en una gira europea que terminó este martes en España.
"El discurso de Bolsonaro incita a la violencia y fortalece a los que están en contra de los derechos humanos y ambientales", dijo a Efe Sonia Guajajara, la primera indígena candidata a la vicepresidencia del gobierno brasileño.
Antes de participar en un acto en el Congreso de los Diputados, Guajajara denunció también que la "debilidad" de los órganos públicos de control y vigilancia medioambientales ha "facilitado invasiones" de grupos que quieren explotar económicamente las tierras indígenas, lo que aumenta los conflictos en esas zonas.
"La política del gobierno Bolsonaro es genocida", según subrayó en su intervención, ante unos 200 asistentes.
La gira "Sangre indígena: Ni una gota más" cerró en Madrid un recorrido de 35 días por 12 países y 19 ciudades de Europa para denunciar las violaciones de derechos de los indios de Brasil y pedir que no se compren productos originarios de zonas de conflicto ambiental ni se ratifique el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur.
"Violaciones a los pueblos indígenas siempre ocurrieron. Pero lo que nos asusta mucho en el gobierno Bolsonaro es que los ataques son institucionalizados, una agenda de un jefe de Estado”, argumentó en declaraciones a EFE Angela Kaxuyana, de la Coordinación de Organizaciones Indígenas de la Amazonia Brasileña (COIAB).
El objetivo de la agenda "ecocida" del Gobierno es dar espacio a la producción agrícola. "El gobierno Bolsonaro, junto a la ministra de Agricultura, Tereza Cristina, y del Medio Ambiente, Ricardo Salles, son reconocidamente exterminadores del futuro", según Celia Xakriabá, profesora y activista originaria del estado de Minas Gerais.
La deforestación en la Amazonía brasileña se disparó un 29,5% entre agosto de 2018 y julio de 2019 y alcanzó su mayor nivel en once años, según datos del estatal Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), divulgados este lunes. La perdida equivale a 9.762 kilómetros cuadrados o 10.000 campos de fútbol.
Pero Dinaman Tuxá, coordinador de la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), cuestionó los números oficiales y cree que, en realidad, la destrucción es "mucho mayor".
"El INPE fue debilitado y parasitado para decir lo que el gobierno quiere. Aunque sea un número desfavorable (al Gobierno), aún no refleja la realidad", según Tuxá.
"Nada es fiable (...) Es mejor dudar de todos los órganos públicos del Gobierno", constató Guajajara.
Los activistas también exigen que se aclare el asesinato del líder indígena Paulo Paulino Guajajara (primo de Sonia Guajajara) y que los autores sean juzgados. Murió el 1 de noviembre de un disparo efectuado por invasores armados en la reserva Araribóia (este de la Amazonia brasileña).
"Es muy importante que haya justicia y que el Estado se responsabilice. Ese asesinato ocurrió por la invasión de nuestros territorios. Y quien tiene ese interés es el Estado brasileño, que incentiva la monocultura de soja para producir piensos", denunció Angela Kaxuyana.