Las potencias internacionales defendieron este miércoles el carácter ilegal de los asentamientos israelíes en los territorios palestinos ocupados frente al giro de la política de Estados Unidos.
Washington, que esta semana anunció que deja de considerar que las colonias de Cisjordania violan la ley internacional, se quedó solo en su defensa de esa postura durante una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el conflicto palestino-israelí.
El movimiento del Gobierno de Donald Trump fue criticado tanto por los tradicionales aliados europeos de EE.UU. como por otras potencias como China y Rusia.
"Hace dos días Estados Unidos tomó otra medida de menoscabo de toda una serie de acuerdos", lamentó el embajador adjunto ruso, Dmitry Polyankiy, que aseguró que este tipo de acciones "unilaterales" complican una solución al conflicto.
En una postura parecida, China llamó a "detener toda la retórica contraria a las resoluciones del Consejo" y los mensajes que justifican los asentamientos.
"Nuestra posición (...) es clara y no cambia: toda actividad de asentamientos es ilegal bajo la legislación internacional y erosiona la viabilidad de la solución de dos Estados y las perspectivas para una paz duradera", señalaron los países de la Unión Europea (UE) en una declaración conjunta.
A título individual, las potencias europeas fueron aún más claras, con Alemania llamando a "actores internacionales a evitar pasos unilaterales" que complican la solución de los dos Estados y con Francia subrayando que "no es un país solo el que puede decidir qué es o no es legal".
"El respeto del derecho internacional no es negociable, se aplica a todos", subrayó el embajador francés, Nicolas de Riviere, que avisó que cuestionar ese principio supone hacer más frágil "todo el sistema internacional".
Con la excepción de EE.UU., todos los miembros del Consejo de Seguridad insistieron en que los asentamientos son ilegales bajo la ley internacional y bajo las resoluciones aprobadas por el órgano, incluida la 2334, un texto adoptado en 2016 gracias a la abstención de la Administración de Barack Obama que es muy crítico con la política de colonias israelí y exige su fin.
La propia ONU -a través de su enviado para Oriente Medio, Nickolay Mladenov, también dijo que "lamenta" la decisión del Gobierno de Trump, dada a conocer este lunes por el titular de Exteriores, Mike Pompeo.
La embajadora adjunta estadounidense ante la ONU, Cherith Norman Chalet, recalcó este martes que el paso no acarrea necesariamente una defensa de la legalidad de las colonias, sino que supone "no expresar ninguna opinión sobre el estatus legal de ningún asentamiento en concreto".
"Tampoco estamos abordando o prejuzgando el estatus final de Cisjordania, esto corresponde a los israelíes y palestinos decidirlo", añadió.
La medida, sin embargo, se suma a otras tomadas por Trump como el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel y el reconocimiento de la soberanía de ese país sobre los ocupados Altos del Golán, que siguen alejando a EE.UU. del consenso internacional.
Israel, mientras, instó al resto de países a seguir el ejemplo de Washington y acusó en concreto a los europeos de complicar una solución al conflicto con su postura.
"El apoyo automático de algunos países europeos a los palestinos ha resultado en una campaña de propaganda que empieza en Nueva York y termina en Ramala. Si quieren realmente ayudar, deben cambiar su enfoque porque su crítica está impidiendo negociaciones directas", dijo el embajador israelí, Danny Danon.
La reunión del Consejo de Seguridad prestó también especial atención a la última escalada de las hostilidades en Gaza, con una mayoría de países condenando la violencia y alabando la gestión de Egipto y Naciones Unidas para lograr un alto el fuego.