España dedicó en 2017 más de la mitad del presupuesto en protección social a pagar pensiones de jubilación y viudedad, concretamente el 51,6 % del total, un gasto superior a la media de la Unión Europea (45,6 %), según los datos publicados este viernes la oficina comunitaria de estadística, Eurostat.
El gasto total en prestaciones sociales en España representó ese año casi un cuarto de su PIB (el 23,4 %), cuatro décimas menos que en 2016 y dos y media menos que cinco años atrás.
España se situó en ese indicador por debajo de la media europea -que ascendió al 27,9 % del PIB-, posicionándose en cualquier caso hacia la mitad e la tabla de los 28 países que componen el club comunitario.
En cuanto al destino de las ayudas, España dedicó la mayor parte del gasto a pensiones de jubilación y viudedad (51,6 %), seguido de prestaciones por enfermedad y discapacidad (33,8 %), prestaciones por desempleo (7,7 %), ayudas para la familia y el cuidado de los hijos (5,4 %) y, por último, ayudas para vivienda y contra la exclusión social (1,4 %).
En comparación con sus socios europeos, España fue el octavo país de la UE que más destinó a pensiones, así como el segundo que más invirtió en ayudas al desempleo, un 7,7 % del total el PIB, es decir, 3,3 puntos por encima de la media comunitaria.
Sin embargo, España fue también el tercero por la cola en el presupuesto dedicado al cuidado de la familia y de los hijos (5,4 % frente al 8,7 % de media), además de dedicar un gasto muy inferior a la media en ayudas a la vivienda y la exclusión social (1,4 % frente a 4 %).
En lo que respecta a la asistencia sanitaria y para discapacidad, España se situó en la parte media de la tabla, ligeramente por debajo del 37,1 % de media, en el 33,8 %.
Entre los 28 países de la Unión Europea, los que más gastaron en protección social fueron Francia (34,1 % de su PIB), Dinamarca (32,2 %) y Finlandia (30,6 %), los tres únicos Estados Miembros que superaron la barrera del 30 %.
En el extremo opuesto se situaron Rumanía, Letonia e Irlanda (todos con un 15 %), seguidos de Lituania, Estonia, Malta, Bulgaria, Eslovaquia, Hungría, Chipre, la República Checa y Polonia, ninguno de los cuales supera el 20 % de gasto del PIB en ayudas sociales.
Por su parte, Grecia es el país que más destinó a pensiones (62,8 %) seguido de Portugal e Italia (ambos 58,3 % y 57,8 % respectivamente), mientras que Irlanda (33,6 %) y Alemania (38,6 %) son los que menos.
En cuanto a prestaciones sanitarias, Irlanda (44,8 %), Alemania y Croacia (ambos 44 %) encabezan el gasto, en tanto que Chipre (22,8 %) y Grecia (26,3 %) se situaron a la cola.
La protección social en la UE se financia en un 55 % con cotizaciones sociales y un 40 % con impuestos, según Eurostat.