Un grupo de familiares de "presos políticos" de Nicaragua pidieron este sábado a la comunidad internacional que les "ayuden a sacar este dictador", en referencia al presidente Daniel Ortega, al que acusan de la muerte, arresto y desaparición de cientos de civiles.
"A la comunidad internacional les llamamos, a que se solidaricen con Nicaragua, y respalden al pueblo nicaragüense, nos ayuden a sacar a este dictador", declaró el familiar de la "presa política" Olama Hurtado, Mario Hurtado.
El mensaje fue pronunciado un día después de que la policía de Nicaragua prohibiera el establecimiento de un puente humanitario a favor de un grupo de mujeres que llevaban más de una semana en huelga de hambre, para exigir la liberación de más de 160 "presos políticos".
Aunque las mujeres y otras cinco personas, incluido un párroco diabético, fueron "rescatadas" del templo católico donde la policía los había sitiado sin acceso a agua, energía, medicamentos ni alimentos, los familiares de los "presos políticos" sostuvieron que la exigencia de libertad continúa.
"Exigimos al régimen la liberación de los más de 150 (son más de 160) presos políticos, también exigimos el respeto a sus derechos, no sólo de los presos, también de sus familiares, que hoy están siendo asediados", agregó Hurtado.
Según la denuncia, la policía nicaragüense mantiene bajo asedio permanente las casas de los familiares de presos políticos, e incluso de algunos que ya han muerto, como en el caso de Wendel Rivera.
El asedio ha llevado al exilio a más de 88.000 nicaragüenses desde el estallido popular contra Ortega, en abril de 2018, según datos recientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Los familiares de "presos políticos" afirmaron que mientras los reos son golpeados dentro de prisión, sus padres son humillados en los portones exteriores de las cárceles, donde se les impide portar alimentos para convictos cuyos familiares no tiene capacidad económica de llevarles comida.
Hurtado afirmó que un buen escenario para que la comunidad internacional exprese su apoyo a los nicaragüenses es la discusión del informe de la comisión de alto nivel de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para Nicaragua, el próximo lunes en Washington, que confirma que Ortega ha roto el orden constitucional.
Al menos 328 personas han muerto durante la crisis, según la CIDH, que responsabiliza al Gobierno por la violencia. Organismos locales cuentan hasta 651 víctimas. El Gobierno admite 200, con el argumento de que se defiende de un "golpe de Estado fallido".
En su informe, el ente de la OEA retoma la acusación de la CIDH sobre la comisión de "crímenes de lesa humanidad" por el Gobierno nicaragüense.
Nicaragua no vivía una crisis similar desde los años de 1980 a 1990, también con Ortega en la presidencia.