Moscú ha propuesto a los países de la OTAN una moratoria al emplazamiento de misiles de corto y medio alcance tras el cese del tratado INF, declaró hoy el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
"Hicimos llegar esta idea a los miembros de la OTAN y les propusimos sumarse colectivamente" a la moratoria, afirmó ante estudiantes y profesores del Instituto Estatal de Relaciones Exteriores de Moscú.
El ministro indicó que hasta ahora Rusia no ha recibido respuesta alguna a su propuesta.
Aunque la OTAN ha asegurado que no desea una nueva carrera armamentista y no emplazará en Europa misiles nucleares anteriormente prohibidos por el tratado INF, Moscú se ha mostrado escéptica, al considerar que las lanzaderas terrestres de los sistemas antimisiles pueden servir para este tipo de armas.
A comienzos de agosto, se hizo efectiva la retirada de EEUU del tratado INF firmado entre ambos países en 1987 y que prohibía este tipo de misiles.
Como consecuencia Rusia también abandonó el primer tratado de desarme de la Guerra Fría.
En este contexto, Lavrov aludió al reciente ensayo de un misil de este tipo realizado por los estadounidenses.
"Las acciones de EEUU, que ya ensayó un misil de alcance medio de emplazamiento terrestre usando una instalación que, según siempre afirmaron, solo servía para lanzar cohetes antimisiles, demuestran que Washington no tiene la intención de restablecer el acuerdo", explicó.
Además, se refirió a las propuestas de EEUU de implicar a China en un eventual nuevo acuerdo de desarme, y recordó las declaraciones de Pekín, que defiende que sus arsenales nucleares no son comparables ni con los estadounidenses ni nos rusos, y no se sumará a una iniciativa de este tipo.
"Nos piden que convenzamos a China. Pero no nos vamos a ocupar de eso", afirmó.
El pasado jueves Pekín rechazó una vez más la propuesta de Washington de negociar un nuevo tratado trilateral sobre la eliminación de misiles nucleares de corto y medio alcance que incluya a China, EEUU y Rusia, por no ser "justa ni razonable".
El tratado INF, suscrito por EE.UU. y Rusia en 1987, estipulaba la destrucción por parte de los firmantes de los misiles balísticos y de crucero, lanzados desde tierra, de corto y mediano alcance, es decir con rangos de entre 500 y 5.500 kilómetros.
Rusia ha rebatido las críticas de Occidente de que es el único culpable del fin de este tratado, el primero de desarme de la Guerra Fría, y acusó a EEUU de poner en peligro la seguridad de Europa y el sistema mundial de control de armamento.