Familiares de 13 indígenas mayas ixiles desaparecidos durante el conflicto armado guatemalteco que se vivió en el país entre 1960 y 1996, inhumaron este jueves los restos de sus seres queridos en el pueblo de San Juan Cotzal, al norte del país y otros 3 identificados serán enterrados el viernes.
La noche anterior, del miércoles, las 13 osamentas ixiles fueron veladas en San Juan Cotzal e inhumados por la mañana, luego de una ceremonia religiosa organizada por sus familiares, mientras que otras tres personas, familiares de Lucía Pérez, serán enterrados en el pueblo de Nuevo San Lorenzo, Ixcán, a unos kilómetros de distancia de San Juan Cotzal.
Los restos óseos de los 13 ixiles de San Juan Cotzal fueron exhumados en 2014 en el cementerio local por el Centro de Análisis Forense y Ciencias Aplicadas (CAFCA) y la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG), mientras que los otros tres restos identificados de Nuevo San Lorenzo, fueron exhumados el año pasado en Xalbal, también cercana a dichos poblados.
Los restos de las personas que serán depositadas en un cementerio en Nuevo San Lorenzo son los padres y una cuñada de Lucía Pérez, una de las sobrevivientes del genocidio ixil.
La historia de Lucía "es una de las más desgarradoras del conflicto armado, pues 32 de sus familiares desaparecieron durante la guerra, 19 de ellos eran niños", contó a la Agencia Efe el oficial de Comunicación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
El CICR y CAFCA dieron apoyo acompañamiento estos días a los sobrevivientes y familiares de las víctimas inhumadas y otras personas se unieron a la restitución de las familias y los entierros de estos restos óseos.
De los restos de las 13 víctimas que serán inhumados en el pueblo de Cotzal, 7 eran niños y 4 pudieron ser identificados por FAFG, contó Panetta.
Junto con los restos de las personas mencionadas, el viernes se inhumarán restos no identificados que fueron exhumados por CAFCA en el Nuevo San Lorenzo y que posiblemente sean de otros familiares de Lucía.
Al finalizar la inhumación, los pobladores instalarán un memorial dedicado a sus 32 familiares desaparecidos durante la guerra. El altar fue preparado con el apoyo de la Liga Guatemalteca de Higiene Mental, organización que acompaña a Lucía en la búsqueda de sus seres queridos.
En Guatemala, durante los 36 años que duró el conflicto armado entre el Estado y la guerrilla, hubo más de 200.000 víctimas, más de 45.000 desaparecidos y 1 millón de desplazados internos. En su mayoría (un 93 por ciento) los hechos fueron perpetrados por el Ejército y fuerzas paramilitares.