El exembajador del gobierno interino de Venezuela en Colombia, Humberto Calderón Berti, se desmarcó este viernes de la gestión del jefe del Parlamento Juan Guaidó, quien le destituyó este miércoles y reconoció que su relación con él "hace meses que no existe".
Guaidó le comunicó en una carta publicada el miércoles que lo destituía alegando "modificaciones" en su política exterior.
"Hay que hablarle abiertamente a los venezolanos" y no "decirle a la gente que hay que estar en la calle y por debajo de la mesa hablando con el régimen", dijo Calderón Berti en una rueda de prensa en Bogotá en alusión a las negociaciones que representantes de Guaidó iniciaron con el Gobierno de Nicolás Maduro pero que terminaron a mediados de año.
"Mi relación con Guaidó hace meses que no existe" ya que "hace meses que no hablo con él", aseveró Calderón Berti, que ocupaba el cargo de embajador desde el pasado febrero cuando el líder del Legislativo proclamó un Gobierno interino reconocido por más de medio centenar de países.
Calderón Berti también destacó que "su relación con Leopoldo López (líder del partido Voluntad Popular) no existe" y preguntado por si la orden de despido fue ordenada por él, aseguró que eso "hay que preguntárselo al presidente Guaidó".
El veterano diplomático también aconsejó a Guaidó "revisar muy bien su entorno y que actúe él, sin tutelaje de nadie" y enfatizó que la transición en Venezuela, "no puede ser un reparto entre los partidos políticos, la transición debe ser integrada por los venezolanos más preparados".
Asimismo, expresó que lo más grave fue que Colombia, "un aliado fundamental para salir de la dictadura de Nicolás Maduro, se haya enterado de estos procesos de negociación a través de la prensa" y expresó que cuando iniciaron el diálogo tuvo sus "reservas porque el régimen lo que ha hecho es burlarse de los venezolanos".
Calderón Berti, de 78 años, es un político y experto petrolero que dirigió la estatal Pdvsa, fue ministro de Minas (petróleo), presidente de la OPEP y canciller antes del ascenso del chavismo al poder en 1999.
El exembajador, acompañado de su nieta, reivindicó que él no puede ser "sumiso ante nadie" porque, añadió, su obligación con Venezuela es decir lo que piensa.
SOBRE EL CUCUTAZO
Hace meses Calderón Berti investigó la presunta apropiación en Colombia de recursos que la comunidad internacional donó para los desplazados venezolanos, un caso que los medios de comunicación de Venezuela bautizaron como "El Cucutazo", en referencia a la ciudad fronteriza colombiana de Cúcuta.
Sobre este asunto, Calderón Berti expresó que solo sabe que "quien mandaba el dinero a Caracas fue premiado con un cargo mejor al que tenía" y detalló que las autoridades colombianas le dieron la alerta y le comentaron sobre las presuntas prostitutas y el manejo indebido de los fondos.
También destacó su papel en pedir una auditoría sobre esos fondos y señaló que esta fiscalización ya estaba en Caracas y lo sabía Leopoldo López.
Asimismo, instó al gobierno interino a explicar qué pasó con esos recursos humanitarios porque "están en deuda con el país, deben decir qué pasó con la ayuda humanitaria en Cúcuta", aunque señaló que "no es culpa de Guaidó" y pidió estar "atentos a lo que pase".
"Lo que decida la Fiscalía de Colombia yo lo voy a aceptar", precisó.
LA SITUACIÓN EN VENEZUELA
Sobre la situación política en Venezuela, Calderón Berti expresó que el "Estatuto de Transición" que aprobó la Asamblea Nacional (AN) en febrero de 2019 para impulsar un cambio de gobierno en el país, "dice claramente que debe haber un Gobierno de transición, el cese de la usurpación y elecciones libres" y por eso dijo que "de pasar lo contrario, la transición será un fracaso".
"Con Maduro en el poder y sin observación internacional, no hay garantías de que el proceso electoral sea totalmente libre y transparente", reiteró y advirtió que si "la transición se hace mal, no habrá democracia más nunca en Venezuela, y por eso hay que reinstitucionalizar el país".
"El apoyo popular vendrá (...) cuando sus gobernantes sean transparentes", señaló.