La Unión Europea está obligada a reforzar su unidad, renovar sus instrumentos de actuación ante nuevas amenazas como el terrorismo, el cambio climático, las migraciones o la desinformación y a asumir un papel de superpotencia geopolítica para evitar convertirse en el "terreno de juego" de los demás.
Es la lectura global que hizo este miércoles en su primera comparecencia en el Parlamento Europeo (PE) el nuevo alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, quien alertó de que "las amenazas se acumulan" y pidió "unidad" a los Veintiocho para hacerles frente.
"Tenemos que adelantarnos a los problemas antes de que sean graves.
Ante miembros de distintas comisiones parlamentarias de la Eurocámara y de distintos Parlamentos nacionales, el nuevo jefe de la diplomacia europea esbozó algunos de los desafíos y ejes de acción de su mandato hasta 2024.
"Somos una potencia diplomática mundial y una superpotencia financiera", dijo Borrell, quien dibujó un escenario en el que la UE irá perdiendo poder económico y en el que "no es tan evidente que un grupo de países que representa menos del 9 % de la población mundial consiga imponerse salvo que actuemos todos juntos".
Pese a que "hay muchas diferencias entre los Estados miembros", la única forma de construir "una política europea creíble" en la UE pasa por "la unidad" y por "pensar a lo grande", agregó.
COMPETITIVIDAD GLOBAL
Borrell aseguró que vivimos en un mundo en el que "los protagonistas, Estados Unidos, Rusia, China, pero también Turquía, intervienen en términos geopolíticos. Sin tapujos, vinculan temas con instrumentos, utilizan todos los instrumentos del poder, blando y duro".
"La política del poder ha regresado. Los EEUU persiguen un enfoque más nacionalista más unilateral. Nos enfrentamos cada vez a amenazas mayores, provenientes de Oriente. China, que hemos definido a este país tanto como socio económico como rival, conoce la inestabilidad en las cercanías de Europa y el desafío que supone", apuntó.
LA BATALLA IDEOLÓGICA
Borrell aseguró que "la naturaleza de la política exterior está cambiando" porque se está librando una "lucha entre sistemas", que definió también como "una batalla ideológica, de normas y del relato que queremos contarle a nuestro ciudadano".
Todo esto ocurre en un contexto en el que los "datos son la savia, la sangre de la nueva economía" y en el que cada vez pesan más las "cuestiones industriales, tecnológicas y geopolíticas.
"En EEUU los datos son propiedad de las plataformas, en China del Estado y en Europa son propiedad del individuo. "¿Qué modelo va a prevalecer?", se preguntó el exministro español de Exteriores.
OTAN y DEFENSA
El que fuera presidente del Parlamento Europeo (2004-2007) comentó que "la competencia militar vuelve a estar presente" por lo que los esfuerzos militares de Europa "deben de aumentar" cuantitativa y cualitativamente.
"Nuestra unidad es el requisito para nuestra supervivencia y nuestra defensa nos sirve como instrumento para defender esa supervivencia", porque la alternativa pasa por "resignarnos a ser el terreno de juego de los demás", dijo Borrell, que se refirió a la "vorágine de desacuerdos" en la reunión de los líderes de la OTAN que arrancó este miércoles en el Reino Unido.
La OTAN es "un instrumento básico de defensa de muchos países en Europa" que "ha sufrido varias crisis en su historia y las ha superado con éxito", dijo Borrell, de 72 años, quien apostó por que, sin renunciar a la Alianza Atlántica, la UE progrese como "protagonista en la seguridad internacional y que comience a pensar en ella misma como una potencia geopolítica".
"De lo contrario, nuestro futuro lo van a terminar decidiendo otros", apostilló.
MEDITERRÁNEO, ÁFRICA Y BALCANES
"Libia es otro ejemplo de manual, ahí al lado, cruzando el Mediterráneo. Esta inestabilidad amenaza directamente nuestra seguridad", dijo Borrell, quien añadió que "la UE tiene que ser protagonista" en la búsqueda de una solución para ese país.
Borrell se refirió también al Sahel, donde "muchas de las amenazas se están incubando" y donde no se puede esperar "que unos pocos países europeos tengan (...) ellos solos que garantizar la situación".
Aludió también a la "gran decepción" imperante en la zona de los Balcanes Occidentales (Albania, Bosnia, Macedonia del Norte, Montenegro, Serbia y Kosovo) después de que la UE rechazara recientemente dar luz verde al proceso de adhesión comunitaria de Macedonia del Norte y Albania.
"No podemos negar la perspectiva europea de los Balcanes", agregó Borrell, quien también abogó por "seguir apoyando a Ucrania, Georgia y Moldavia" así como dotarse de una "visión integral para los múltiples conflictos en el Golfo" e intentar salvar el acuerdo nuclear" en Irán.
LATINOAMÉRICA
"América Latina está incendiada" y "Europa tiene que prestar mucha más atención", dijo Borrell, quien se refirió a una mezcla de "conflictos étnicos, sociales y políticos" que son consecuencia "de las crecientes desigualdades que la democracia no ha sido capaz de evitar".
El alto representante de la UE para la Política Exterior se refirió a Cuba, así como a la agitación social en Chile, Bolivia o Ecuador y señaló que el problema más "urgente" es Venezuela, donde los europeos "tenemos que ser más proactivos".
Javier Albisu