La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, señaló al final de una visita a Costa Rica una serie de retos del país en materia de aborto terapéutico, derechos de pueblos indígenas, mujeres afrodescendientes y diálogo social.
Bachelet concluyó su visita este jueves tras cumplir una agenda de reuniones privadas con autoridades de Gobierno, la sociedad civil, defensores de derechos humanos y grupos sindicales, entre otros.
En una nota de prensa, la oficina de Bachelet señaló que la alta comisionada "conoció de primera mano los obstáculos que enfrentan las mujeres para ejercer su derecho al aborto impune, reconocido desde hace 50 años en el artículo 121 del Código Penal costarricense para preservar la vida o la salud de la mujer"
"En este sentido, Bachelet destacó la importancia de, no solo dar cumplimiento a la legislación vigente, sino facilitar el acceso al aborto mediante la aprobación de una norma técnica que regule su aplicación, y siempre respetando la libertad de las mujeres para decidir", señala el texto.
Además, recomendó "generar un espacio de diálogo para ampliar la legalización del aborto a los casos de violación, incesto e inviabilidad del feto y despenalizarlo en los demás casos, de acuerdo a las recomendaciones internacionales".
Desde inicios de 2019 el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, ha prometido en reiteradas ocasiones que firmará este año, sin dar una fecha precisa, la norma técnica que reglamente los casos en los que se debe aplicar el aborto terapéutico.
Grupos políticos conservadores y sectores religiosos como la Iglesia católica han exigido a Alvarado que no firme la norma, pues consideran que se abrirán portillos para todo tipo de aborto.
Bachelet también se reunió con líderes de los ocho pueblos indígenas de Costa Ricas, quienes manifestaron sus problemas.
En este asunto la alta comisionada recomendó al Gobierno la adopción de medidas para garantizar el saneamiento de las tierras y territorios ancestrales, la implementación del mecanismo nacional de consulta, un mecanismo de protección de los defensores de derechos humanos y avanzar en la creación de una política nacional para los pueblos indígenas participativa e inclusiva.
Durante su visita, Bachelet también abogó por la igualdad de las mujeres, especialmente las afrodescendientes, y por medidas para luchar contra el embarazo adolescente.
Otra reunión que sostuvo Bachelet fue con grupos sindicales, quienes expusieron preocupaciones sobre sus derechos laborales.
"Considero de suma importancia que se abran espacios de diálogo social y de inclusión de todos los sectores de la sociedad en la definición y ejecución de políticas públicas (...) deseo reiterar la disposición de mi oficina para trabajar en el fortalecimiento de capacidades de las autoridades estatales, las organizaciones sindicales y la sociedad civil en el uso de los mecanismos y normas internacionales de derechos humanos”, expresó la alta comisionada.
En el tema migratorio, Bachelet reconoció los esfuerzos de Costa Rica para dar respuesta a las personas con necesidades de protección internacional y resaltó la necesidad de agilizar los procedimientos de solicitud de refugio, incrementar las medidas para facilitar el acceso a la salud, al trabajo y a la educación, así como desarrollar campañas de sensibilización para contrarrestar discursos xenófobos.
La alta comisionada también destacó que Costa Rica "ha sido clave en el desarrollo de estándares regionales" en materia de derechos de la población LGBTI y se mostró satisfecha de "la disposición del Estado para avanzar en los desafíos actuales en el cumplimiento de sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos".