El secretario general de la Unión por el Mediterráneo, Nasser Kamel, ha instado este miércoles a actuar "muy rápido" contra el cambio climático para evitar "conflictos" por la escasez de recursos, como el agua, y que se incrementen los flujos de migrantes climáticos.
En una entrevista con Efe en la cumbre del clima de Madrid (COP25), Kamel señala que "el Mediterráneo es verdaderamente el ejemplo claro y neto de los retos geopolíticos del cambio climático, porque si no actuamos ahora corremos el riesgo de ver a más migrantes climáticos en nuestra región".
Unos flujos que "ya estamos viendo en el Sahel y en el Sahara, donde llegan los migrantes de África subsahariana" y que tienen una relación "muy directa con la problemática de la sequía", afirma.
Ese fenómeno, según el diplomático egipcio, se podría reproducir a escala de todo el Mediterráneo.
ACTUAR RÁPIDO PARA EVITAR CONTENCIOSOS
"El agua, un recurso vital, es sujeto contencioso entre países y si no actuamos muy rápido ese recurso será cada vez más escaso y difícil de obtener", advierte Kamel, al insistir en la urgencia de afrontar ya los retos geopolíticos ligados al cambio climático.
En ese sentido, indicó, una de las tareas de su organización es identificar las zonas "más vulnerables" para "actuar a tiempo y no permitir que haya conflictos eventuales".
La región del Mediterráneo es una de las más vulnerables en la crisis climática, hasta el punto de que es la que más rápidamente se calienta, algo que, de no cambiar, causará graves estragos y cambiará para siempre su paisaje y sus sociedades, según un reciente informe elaborado por la UpM, la Unión Europea (UE) y la ONU.
La cuenca mediterránea, delimitada por los países del sur de Europa, el norte de África y Oriente Medio, registró un aumento de la temperatura de 1,5 grados respecto a la era preindustrial y cuatro décimas por encima de la media global (1,1 grados), según el citado estudio.
Ese informe, subrayó Kamel, muestra que el desafío al que nos enfrentamos a escala mundial es "mucho más grave" en el Mediterráneo, que "se recalienta un 20 por ciento más rápido que el resto del mundo" y donde 250 millones de personas estarán en situación de "estrés hídrico" dentro de 20 años si no se hace nada.
La región mediterránea dispone "solo del 3% de las reservas mundiales de agua dulce y corremos el riesgo de perder el 15% de las mismas. Por tanto, el tiempo de pasar a la acción es ahora", dijo.
PASAR A LA ACCIÓN
Hace falta "una acción colectiva a escala mediterránea e incluso a escala mundial para poder hacer frente a la situación climática en nuestra región", enfatiza el secretario general de la UpM, que ha traído a la COP25 un doble mensaje al sector público y al privado.
"Aquí vengo con dos mensajes: sí, nosotros, los estados nacionales, las organizaciones internacionales, las agencias de desarrollo o los miembros internacionales debemos hacer un esfuerzo suplementario (en la lucha contra el efecto invernadero), pero hay también que pasar a la acción en el sector privado, tiene que trabajar para que la economía verde, la economía azul, la economía sostenible sea atractiva para los inversores a escala mundial".
Y es que estamos, subraya, ante un desafío "existencial" para la humanidad, y que afecta por igual a países ricos y a los que están en vías de desarrollo. Pero también, apunta, supone una "oportunidad" para "trabajar juntos" y construir una "nueva economía generadora de empleo, crecimiento sostenible" y capaz de "preservar nuestro planeta".
En ese sentido, alaba el papel de "vanguardia" asumido por la UE en la acción contra la crisis climática, y está convencido de que el compromiso de convertirse en un continente neutral en carbono en 2050 será un "ejemplo" para los demás y "va a tener su peso en la escena internacional".
UN MODO DE VIDA MILENARIO, EN JUEGO
Y es que hay mucho en juego, insiste Kamel, y señala que la "excepción climática" de estabilidad por la presencia de los anticiclones de las Azores y de África, que durante siglos hizo posible que se desarrollase la civilización entorno al Mediterráneo, está "en peligro", advierte.
Y, como ejemplo, pone la gota fría en España, que antes se producía una vez al año sobre el mes de noviembre y que en 2019 se ha adelantado a septiembre y ha tenido cuatro episodios.
"Esos cambios pueden tener efectos negativos en nuestro modo de vida, en nuestra agricultura y en nuestro bienestar", lamenta.
LA PRESIÓN CIUDADANA, VITAL
Para conseguir objetivos, Kamel anima a los ciudadanos a que "presionen" a los políticos y a los gobiernos, e insta especialmente a los jóvenes a que "militen por el cambio climático".
El secretario general de la UpM está convencido de que "si no hubiese esa presión de la opinión pública a escala mundial y también a escala Mediterránea no habríamos podido ver los avances que estamos consiguiendo, pero hay aún queda muchísimo por hacer".
Catalina Guerrero