Los líderes de la Unión Europea (UE) comenzaron este viernes su segunda jornada de cumbre marcada por el "brexit" y la abrumadora victoria del partido conservador en las elecciones británicas de este jueves, en la que también se abordarán los escasos avances en la reforma de la eurozona.
Varios jefes de Estado y de Gobierno europeos valoraron a su llegada a la reunión la amplia mayoría lograda por el partido de Boris Johnson en las elecciones británicas y le pidieron que proceda con la ratificación en la Cámara de los Comunes para cumplir con la fecha del 31 de enero en la que se acaba la prórroga al "brexit".
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, felicitó a Johnson por el resultado electoral e instó a Westminster a "ratificar rápidamente" el acuerdo sobre el "brexit" para "iniciar con serenidad, tranquilamente pero con gran determinación, la negociación sobre la fase siguiente".
"Para nosotros es bueno tener una mayoría clara en Londres porque (teníamos) esa incertidumbre de no saber cuándo el Gobierno británico te da una impresión positiva aquí y luego en Londres es negativa. Ahora Boris ha ganado las elecciones diciendo a todo el mundo que quiere cumplir, así que ahora es el momento de cumplir", señaló por su parte el primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel.
Bettel subrayó que espera que el líder conservador sea capaz de cumplir esta promesa porque, consideró, incluso hay partidarios de permanecer en la Unión Europea que le han votado en esta ocasión porque "están hartos".
"Estoy seguro de que muchos 'remainers' (británicos que quieren quedarse en la UE) votaron a Johnson porque están hartos de no saber, solo quieren acabar con esto", señaló.
De cara a la negociación de la futura relación entre la Unión Europea y el Reino Unido, que se abrirá previsiblemente a partir del 1 de febrero, Bettel subrayó que "si quieren estar presentes en terreno europeo será con las leyes europeas, no con las británicas".
En cuanto a esta nueva etapa, la primera ministra belga en funciones, Sophie Wilmès, consideró que los líderes deben seguir "hablando con una única voz" para dar un mandato "claro" al negociador europeo, Michel Barnier, que tenga en cuenta los intereses de todos los países.
También el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, señaló que le gustaría ver "una nueva asociación económica, algo más que un acuerdo comercial" entre la Unión Europea y el Reino Unido, un pacto que asegure intercambios sin aranceles y una serie de estándares mínimos en cuanto a derechos laborales y protección ambiental.
"Es positivo que tengamos un resultado decisivo" después de haber tenido durante años "un Parlamento que no ha sido capaz de tener una mayoría británica", afirmó Varadkar.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, confió en que se puedan mejorar "las relaciones económicas, comerciales y culturales" entre ambos bloques y, aunque reconoció que la negociación sobre la futura relación será complicada, esperó que "los trabajos preparatorios hechos previamente" contribuyan a una conclusión más sencilla.