Los líderes de la Unión Europea (UE) pidieron este viernes seguir avanzando en la reforma de la eurozona, después de que la semana pasada los ministros económicos del área de la moneda única fueran incapaces de cerrar un conjunto de medidas para reforzar la unión monetaria frente a futuras crisis.
Ese paquete de iniciativas se compone de un embrionario presupuesto de la eurozona para mejorar la convergencia y competitividad, una hoja de ruta para negociar a nivel político el Sistema Europeo de Garantía de Depósitos (EDIS) y una reforma del fondo de rescate europeo, conocido como Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que le dé más competencias.
Aunque el objetivo era que los ministros de Economía y Finanzas pactaran esas medidas en el Eurogrupo de la semana pasada y los líderes de la UE dieran su visto bueno hoy, los titulares económicos no consiguieron finalizar la reforma del tratado del fondo de rescate ni consensuar un programa para poner en marcha las discusiones políticas sobre el EDIS.
Dadas las cuestiones pendientes, los líderes aprobaron en la cumbre una declaración en la que encargan al Eurogrupo seguir trabajando en las reformas del fondo de rescate europeo, así como "en todos los elementos del fortalecimiento de la unión bancaria, de forma consensuada".
En el caso del MEDE, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, recordó el acuerdo político alcanzado en junio e instó al Eurogrupo a "seguir trabajando en el nivel técnico para poder ser capaz de implementarlo".
Aunque desde junio se han ido haciendo las modificaciones necesarias en el tratado que regula este fondo de rescate, en Italia ha surgido una polémica por la presencia en las reglas del MEDE de las cláusulas de acción colectiva de agregación simple, que en la práctica facilitan aún más que los acreedores tengan que asumir quitas si hay una reestructuración de la deuda soberana.
El temor es que esto pueda elevar los costes de la deuda italiana, de modo que varios partidos políticos italianos han planteado sus reservas y la reforma no se ha podido finalizar.
Así, el primer ministro del país transalpino, Giuseppe Conte, aseguró hoy que durante la cumbre defendió el hecho de que "no hay que finalizar todavía la revisión (del MEDE)". Antes de que comenzara la reunión ya había dicho que no daría "una fecha absurdamente" sobre cuándo se cerrará la reforma.
En cualquier caso, el presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, confía en poder ratificar la reforma del tratado a principios de 2020, si bien hoy mismo admitió que quedan pendientes "cuestiones legales muy menores".
Sobre el Sistema Europeo de Garantía de Depósitos, el elemento pendiente para culminar la unión bancaria, el Eurogrupo de la semana pasada no logró fijar una hoja de ruta para las discusiones políticas sobre esta herramienta que pretende complementar los fondos de garantía de depósitos de cada país para pagar los depósitos de hasta 100.000 euros en caso de quiebra, garantizando así el mismo nivel de protección en la eurozona.
En cuanto al presupuesto de la eurozona para la convergencia y la competitividad, los ministros económicos de la eurozona han acordado sus bases estos meses y, de cara al año que viene, queda por decidir su financiación, que tendrá que pactarse durante las negociaciones del presupuesto plurianual de la UE para el periodo 2021-2027, en marcha en la actualidad.
En ese sentido, los líderes de la UE solicitaron al Eurogrupo proporcionar "rápidamente" fórmulas para la financiación de ese instrumento "para poder finalizarlo en el contexto del próximo marco presupuestario plurianual".
De hecho, recalcan que el instrumento para la convergencia y la competitividad se incluirá en las consultas del presidente del Consejo Europeo con los Estados miembros en el contexto de las negociaciones sobre el presupuesto plurianual.
Durante la reunión, Portugal criticó que la propuesta finlandesa para negociar las cuentas de la UE para el periodo 2021-2027 haya situado el presupuesto de la eurozona en el apartado de cohesión, pues considera que dejaría a ese Estado miembro con menos cantidad de los fondos destinados a reducir las desigualdades entre regiones del club comunitario.
En cualquier caso, fuentes comunitarias precisaron que el objetivo de Lisboa no es reabrir lo pactado hasta el momento sobre el presupuesto de la eurozona, sino negociar en el contexto de las cuentas multianuales de la Unión.
Más allá de la reforma de la eurozona, los mandatarios también debatieron sobre el papel internacional del euro.
"Por supuesto, una Europa más fuerte necesita un euro fuerte", reconoció la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.