El Gobierno de Panamá decretó este miércoles como Día de Luto Nacional el 20 de diciembre por la invasión de Estados Unidos en 1989 para capturar al dictador Manuel Antonio Noriega, una acción bélica que dejó un número de muertos que aún se determina y que destruyó parte de la capital panameña.
El Consejo de Gabinete aprobó de "manera unánime la declaratoria de Duelo Nacional", anunció el presidente panameño, Laurentino Cortizo, del Partido Revolucionario Democrático (PRD), fundado por Omar Torrijos, jefe militar y designado Máximo Líder de la Revolución Panameña que gobernó Panamá desde 1968 hasta su muerte en 1981.
"Este es un reconocimiento que se le hace a las víctimas y familiares del 20 de diciembre", dijo por su parte la ministra del Trabajo, Doris Zapata, quien aclaró que la fecha será laborable en el país.
UN RECONOCIMIENTO HISTÓRICO
El rector universitario Juan Planells, presidente de la Comisión 20 de diciembre, creada en 2016 con la misión de descubrir lo que realmente ocurrió durante la invasión, tildó la decisión del Gobierno de Cortizo como hecho "histórico", que salda una deuda con las víctimas de la intervención militar y sus familiares.
"Creo que con esto reconocemos la importancia de este hecho histórico, y fortalecemos nuestra identidad como un pueblo solidario con las victimas, que por 30 años no solo han sufrido la pérdida de sus familiares si no la indiferencia de los Gobiernos que han pasado y que ninguno se atrevió a reconocer la importancia de este hecho", dijo Planells a Efe.
La invasión estadounidense "es el hecho más trascendente" en la historia republicana de Panamá, que "alteró el curso de nuestra historia", y es "histórico que después de 30 años el Gobierno reconozca el dolor por el que atravesó" nación, agregó el rector de la Universidad Santa María La Antigua (USMA-privada).
LOS NÚMEROS DE LA INVASIÓN
El 20 de diciembre de 1989 Estados Unidos movilizó a 26.000 soldados, más del doble del pie de fuerza panameño, para invadir Panamá y capturar a Noriega, el "hombre fuerte" buscado por narcotráfico por la Justicia estadounidense, quien finalmente se entregó el 3 de enero de 1990 a las fuerzas invasoras.
No hay cifras definitivas de víctimas. Documentos estadounidenses desclasificados y publicados el martes en el portal Panama Files ratifican los datos oficialmente manejados desde entonces: 202 civiles y 314 militares muertos, la gran mayoría panameños.
Extraoficialmente se habla en Panamá de entre 500 y 4.000 civiles fallecidos durante la invasión.
Planells dijo en Efe que la Comisión ha podido confirmar hasta ahora la muerte de 250 personas durante la invasión que, contrario a lo que siempre se han dicho, son en su gran mayoría civiles, no militares aliados de Noriega.
"Se ha insistido mucho en la cantidad de panameños víctimas, se ha exagerado, como ocurre cuando no hay información. Se han tejido historias de miles (de muertos). No hemos podido comprobar hasta ahora, con las investigaciones que hemos hecho, que sean grandes cantidades (de fallecidos), pero sí que se violentaron derechos humanos", afirmó Planells.
De acuerdo con los papeles citados por Panama Files, por la muerte de civiles y otros cargos fueron sometidos a juicio marcial "19 miembros del Ejército y 17 fueron condenados. Un documento precisa que tres miembros de la Séptima División de Infantería y uno de la 82 Airborne Division fueron condenados por matar civiles. Otros celebran el éxito de una operación que terminarían tomando como modelo".