El tratado comercial que el Reino Unido quiere suscribir con la Unión Europea después del "brexit" será un "acuerdo flojo", de contenidos mínimos, si el primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, se niega a ampliar el periodo de transición más allá de diciembre de 2020.
Así lo consideraron este miércoles los expertos del grupo de investigación "The UK in a Changing Europe" (El Reino Unido en una Europa Cambiante), en un encuentro con los medios de comunicación en la Universidad King's College de Londres.
"Once meses es un tiempo increíblemente corto para negociar cualquier acuerdo comercial exterior", aseguró la experta en Derecho Europeo Catherine Barnard.
Johnson anunció este martes que incluirá una cláusula en la ley sobre la salida de la UE -que se presentará el viernes en el Parlamento- para impedir que el periodo transitorio se alargue por más de once meses a partir del 31 de enero del próximo año, cuando se ejecutará el "brexit".
De pedir una extensión, recordó Barnard, el Reino Unido tendría que solicitarla hasta julio de 2020 y solo podría hacerlo una vez, una opción "sensata" pero muy improbable, matizó, dada la premisa con la que los conservadores se presentaron a las elecciones: acabar el "brexit" de una vez ("Get brexit done").
Según Barnard, lo que se podrá esperar si el pacto se suscribe en menos de un año es un tratado que cubra únicamente aspectos como bienes industriales y agroalimentarios, las reglas de origen necesarias en cualquier acuerdo de libre comercio y algunos estándares de reconocimiento mutuo.
Por su parte, el economista e investigador Johnatan Portes pronosticó que el escenario más probable, dadas las limitaciones de tiempo que se impondrán, será un acuerdo de "mínimos" en el que, por descontado, el Reino Unido no tendrá "el nivel de integración económica" que mantiene ahora con el bloque comunitario.
"Las consecuencias económicas no serán de hecho tan diferentes a las de un no-acuerdo, serán mejores (...), pero no mucho", añadió Portes, quien no auguró cambios en las proyecciones económicas británicas en el corto plazo.
Sin embargo, sus estimaciones para los próximos diez años presentan un escenario diferente. Según sus análisis de las propuestas de los conservadores, el producto interior bruto (PIB) del Reino Unido se reducirá en torno a un 6 % al alcanzar un acuerdo comercial con la UE, una bajada de en torno a medio punto porcentual al año.
En caso de que no se pudiera alcanzar el consenso, el país quedaría bajo las reglas de la Organización Mundial del Comercio y su PIB decrecería hasta el 8 % o 9 % en la próxima década.
"Es improbable que el Reino Unido, desde el punto de vista económico, esté preparado para el impacto significativo que sufrirán las empresas", apostilló Portes, quien confió en que el peís podrá obtener una extensión más adelante "de facto" o "de jure".
En cuanto a los términos de la negociación, el director de "The UK in a Changing Europe", Anand Menon, esgrimió que los incentivos de Bruselas para afrontar este tipo de tratado de mínimos son "muy pequeños", ya que, aclaró, no existe mucha diferencia entre un acuerdo débil y un no-acuerdo.
Menon cree que la mayoría absoluta de Johnson en el Parlamento no le da una "ventaja significativa" en la negociación de la relación con el club comunitario de los próximos meses, cuando los 27 gobiernos de la UE lucharán por sus intereses propios.
"Ellos son los que pueden discutir los límites y Boris Johnson puede ser al que se le pida hacer concesiones", destacó Menon.
En ese sentido, Barnard advierte de que la UE insistirá en una negociación en la que ambas partes jueguen en igualdad de condiciones en temas como derechos sociales y de los consumidores, o el medioambiente.
"La UE no quiere un gran actor en la puerta de su casa socavando sus estándares y teniendo costes laborales más bajos, menos protección al consumidor y estándares ambientales más bajos", recalcó la investigadora.
En la Comisión Europea no han ocultado su escepticismo sobre la posibilidad de formalizar un acuerdo en un periodo tan breve, y el jefe negociador de la UE para el "brexit", Michel Barnier, avisó de que es "poco realista" intentar negociarlo en tan solo once meses.
Marta Pérez-Cejuela