Investigadores, autoridades y afectados denunciaron este miércoles en Washington las condiciones esclavistas que, según ellos, sufren los médicos vinculados a las misiones cubanas, que advirtieron benefician al Gobierno de la isla.
Durante la conferencia "La Oscura Realidad detrás de las Misiones Médicas Cubanas", convocada por la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Fundación Memorial de Víctimas del Comunismo, se analizó el caso de los galenos cubanos, en especial en Brasil, de donde fueron retirados por La Habana.
"Este programa es, por una parte, el tráfico de seres humanos, que es ilegal por tantas maneras y no todo el mundo entiende de este sistema cómo el Gobierno de Cuba coge dinero con el sufrimiento de los doctores", declaró a Efe el administrador adjunto para Asuntos de América Latina de la Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid), John Barsa.
El funcionario aludió además a los señalamientos sobre el uso de este programa para ingresar personas que están "trabajando para el Gobierno (cubano), para incitar a causar problemas en otros países".
Ramona Matos Rodríguez, una médica que desertó del programa "Más Médicos" en Brasil, a donde fue trasladada después de su paso por Bolivia, relató a Efe que denunció el "trabajo esclavo de los médicos cubanos" ante el Congreso de ese país, donde permaneció entre finales de 2013 y comienzos de 2014.
"Yo me di cuenta de que nosotros habíamos ido allá engañados, que no era una misión de Cuba solamente con Brasil, era una misión internacional y que a nosotros los médicos cubanos nos iban a pagar 1.000 dólares", afirmó la médica, que ahora reside en EE.UU., quien dijo que a sus colegas les pagaban 10.000 y más, según el lugar.
El director de investigación de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba, Hugo Acha, explicó que el caso de Brasil fue el que más le llamó la atención a su organización, que desde hace varios años documenta "la naturaleza" de las misiones médicas cubanas.
Acha apuntó que el programa en Brasil violó las leyes federales brasileñas y estadounidenses, así como protocolos de las Naciones Unidas, el estatuto y reglamento de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)" y "básicamente todo el marco jurídico".
El presidente de Prisioners Defenders, el español Javier Larrondo, cuya organización llevó el caso de los médicos cubanos ante la Corte Penal Internacional (CPI) y las Naciones Unidas, declaró a Efe que la legislación cubana es "esclavista".
Citó como ejemplo el artículo 135, el cual -aseguró- establece que si terminado el trabajo en una misión extrajera no se regresa al país, la persona se enfrenta a "ocho años de prisión".
Larrondo mencionó también un reglamento del Ministerio de Comercio Exterior, según el cual los cubanos bajo su servicio "no pueden tener relaciones amorosas, sin reportarlas previamente; no pueden casarse, sin haber pedido permiso; no pueden conducir; no pueden relacionarse con personas del país hospedador".
"Lo que se vive en esas misiones, desde el punto de vista personal de los trabajadores, no solo los médicos sino otras también, es algo horrible; es pura esclavitud", consideró Larrondo, quien agregó que también el lado "claro" de las misiones -relativo a cifras y logros alcanzados- "tampoco es tan claro".
Igualmente, desmarcó su trabajo de cualquier vínculo político. "Que se olvide el Gobierno cubano de que esto es un ataque político; este es un ataque por los derechos humanos. Cumplan los derechos humanos", apuntó.
En los últimos meses, los profesionales cubanos han abandonado Bolivia y Ecuador, así como Brasil, de donde La Habana retiró a sus médicos a finales de 2018 ante las amenazas de Jair Bolsonaro -entonces presidente electo- de cancelar el programa "Más Médicos" si la isla no aceptaba unas nuevas condiciones, entre ellas que los doctores cobraran su salario íntegro.