El enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, anunció hoy que visitará Damasco el próximo día 29 para reunirse con el Gobierno sirio de Bachar al Asad.

"Espero visitar Damasco el miércoles de la próxima semana (...)", señaló Pedersen en una reunión con el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov.

El enviado especial de la ONU subrayó la importancia del trabajo del Comité Constitucional sirio, que "se convirtió en la primera plataforma donde los representantes de las partes beligerantes se reunieron en la misma mesa".

No obstante, pidió ser paciente con la labor de sus miembros: "El trabajo exitoso lleva tiempo y este proceso no debe ser forzado", sostuvo.

Lavrov coincidió con Pedersen en que no hay que dramatizar la falta de grandes avances en el comité, que comenzó a trabajar en Ginebra el pasado 30 de octubre y que en una reunión posterior, en noviembre, no pudo acordar una agenda.

Las fechas para la próxima reunión aún no se han determinado.

"Al igual que usted, no dramatizamos el hecho de que durante solo un par de meses desde la creación del Comité Constituciona, no se hayan logrado resultados grandiosos", dijo el ministro ruso, quien añadió que se trata de una "situación normal".

Pedersen también subrayó la necesidad de que se creen las condiciones para que puedan regresar a sus hogares los sirios que han tenido que abandonar sus ciudades.

“Más del 50 % de la población siria ha abandonado sus hogares. Queremos crear condiciones para que puedan regresar a casa", Sostuvo. "Además, es necesario continuar trabajando en un acuerdo político, y también, por supuesto, para estabilizar la situación en Idlib", agregó el enviado especial de la ONU para Siria.

Lavrov indicó a su vez que, "en el contexto de la creación de condiciones para el retorno de los refugiados a los territorios controlados por el Gobierno, es necesario movilizar la entrega de asistencia a través de la comunidad internacional, especialmente con el papel coordinador de la ONU".

El ministro criticó "el sesgo obvio" y "el doble rasero" con el que actuarían algunos donantes occidentales", pues "no quieren enviar ayuda a los territorios controlados por el Gobierno, sino que lo hacen a territorios controlados por la oposición, incluido uno muy, muy radical", según dijo.

Lavrov señaló que el componente humanitario del proceso de solución en Siria se ve directamente afectado por la continua amenaza terrorista.

"Los terroristas obstaculizan la entrega de ayuda humanitaria, quitan lo que se logra enviar a las regiones relevantes de Siria y se lo quedan. Y este problema requiere una consideración especial, incluso en Ginebra, donde opera el grupo de trabajo sobre asuntos humanitarios", afirmó.