El viejo arrastrero sale el 22 de noviembre de 2022 del puerto iraní de Bandar Abbas. Unos días más tarde, el 1 de diciembre, un buque militar estadounidense se acerca al pesquero en aguas del Golfo de Omán en una operación de comprobación de bandera y aborda la embarcación. Debajo de un cargamento de naranjas, manzanas y refrescos, el barco lleva 50 toneladas de cartuchos de munición y más de dos toneladas de propulsores para lanzagranadas.
El destinatario de ese armamento, de fabricación iraní, son los rebeldes hutíes de Yemen y la operación de contrabando está orquestada por la Guardia Revolucionaria de Irán, sostienen los investigadores de EEUU.