Ningún informe había sido tan contundente sobre el deterioro sociopolítico de Nicaragua como el que recientemente publicó la semana pasada el grupo de expertos en derechos humanos al que la ONU encargó la tarea de investigar las presuntas violaciones y abusos cometidos en el país.
En él concluyen que el presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo han cometido graves abusos que constituyen crímenes de lesa humanidad contra civiles motivados por razones políticas que han causado la "destrucción del espacio cívico y democrático” del país centroamericano.