Por primera vez en una década, los cinco sindicatos de los trabajadores franceses han unido su voz en una nueva manifestación nacional contra el proyecto de reforma de las pensiones que el presidente Emmanuel Macron quiere ver aprobado el próximo verano.
Hay que remontarse a 2010 para encontrar una unión de los distintos sindicatos de los trabajadores. Una unidad que, sin embargo, no esconde las importantes divergencias entre las organizaciones sindicales en la víspera de que el primer ministro, Édouard Philippe, inicie con ellas una ronda de negociaciones.
La Confederación General del Trabajo (CGT), principal opositora al plan gubernamental, reclama la retirada completa del proyecto, y el mayor sindicato de Francia, la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), apuesta por quitar la llamada "edad de equilibrio", a partir de la cual los franceses podrán cobrar su pensión completa, y que en la práctica eleva la jubilación de los 62 a los 64 años.