La ciudad de Alepo se recupera lentamente de los destrozos causados por la guerra en Siria, de la que no se libraron ni su histórico zoco ni las mezquitas, gracias al esfuerzo solitario y titánico de sus habitantes, que han decidido dar la espalda al conflicto.
"La gente quiere trabajar, quiere retornar a la vida tal como era antes e incluso mejor que antes", comentó Valid Havala, profesor universitario y uno de los restauradores del mayor mercado cubierto del mundo, el Zoco Al-Medina, a la prensa extranjera.
El zoco está en ruinas, al igual que dos tercios de los monumentos históricos y culturales de esta ciudad milenaria, la más poblada y económicamente más desarrollada de Siria antes del estallido del conflicto hace más de ocho años.