Un tribunal especial norirlandés ha concluido este martes que los 10 civiles que murieron durante las operaciones del ejército británico en 1971 en el barrio nacionalista de Ballymurphy, en Belfast, eran "completamente inocentes".
La jueza al frente del proceso, Siobhan Keegan, ha determinado que los militares fueron responsables de nueve de esas muertes y aunque no ha hallado una relación clara con la décima, calificó de "lamentable" que las autoridades de la época no investigaran "adecuadamente" este suceso, uno de los más controvertidos del conflicto en el Úlster.