Si AstraZeneca no tiene vacunas para la UE, no las tiene para nadie más. Ese razonamiento, convertido en mecanismo proteccionista para evitar la fuga de vacunas fabricadas dentro de la UE a otros rincones del mundo acaba de estrenarse en Italia. ¿Por qué? Porque el laboratorio ha anunciado a la Comisión Europea que servirá la mitad de lo comprometido en el primer trimestre del año –40 millones de dosis, en lugar de los 80 firmados o los 120 previstos en el mejor de los casos–.