El Gobierno italiano ha dado este miércoles un paso más en su gestión del brote de coronavirus SARS-CoV-2 del que ya se han detectado más de 12.000 casos en el país. El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ha anunciado el cierre de todos los establecimientos salvo aquellos que atiendan las necesidades básicas, como las farmacias y las tiendas de alimentación.
Bares, pubs y restaurantes tendrán que echar sus persianas. Sí se permitirá el envío de comida a domicilio. Los quioscos y los estancos también permanecerán abiertos. Las peluquerías y los salones de belleza, no.
Las medidas estarán vigentes hasta el 25 de marzo. "En 14 días veremos los efectos", ha dicho Conte en un vídeo emitido en directo en Facebook desde el Palacio Chigi.