El primer ministro británico, el conservador Rishi Sunak, ha conseguido este martes apoyo suficiente en una votación clave sobre la malograda e impopular política migratoria del Gobierno pese a la rebelión de decenas de diputados de la extrema derecha de su partido. La última revuelta de esta facción tory anticipa semanas difíciles que incluso pueden llevar a una convocatoria precipitada de elecciones generales.
El Parlamento dio luz verde a una nueva propuesta de legislación para intentar deportar a Ruanda a solicitantes de asilo de cualquier país que llegan a las costas del Reino Unido, pero el grupo más a la derecha del partido anunció la abstención de la mayoría de sus miembros y amenazó con votar en contra en enero, en el siguiente paso legislativo, si el Gobierno no endurece la ley.