Un fantasma recorre Europa: el fantasma de la extrema derecha. No se trata de un espectro novedoso, pero sus cadenas amenazan con extenderse por el continente en mayor medida de lo que lo están ahora. No tanto como probablemente ellos esperan y anhelan, pero lo suficiente para constatar que algo no funciona adecuadamente en la mayoría de las democracias liberales. Según una macroencuesta llevada a cabo por Ipsos para Euronews en 18 países europeos entre el 23 de febrero y el 5 de marzo pasados, la ola de la extrema derecha no cobraría la categoría de tsunami, pero, siguiendo el símil oceanográfico, la marea está cada vez está más alta y le come terreno a la playa democrática.