El tránsito hacia la presidencia argentina de Javier Milei, desde su victoria en la segunda vuelta del 19 de noviembre, ha estado marcado por la falta de coordinación y una evidente improvisación que han llevado al ultraderechista a archivar prematuramente algunas de sus banderas de campaña.
A poco más de una semana del 10 de diciembre, día del comienzo del mandato, el baile de nombres para integrar el gabinete no se detiene. Media docena de personas que habían sido oficialmente designadas en puestos clave dejaron de estarlo en cuestión de horas.