Más de millón y medio de desplazados internos se agolpan en la parte sur de la Franja de Gaza -según cifras de la ONU-, muchos de ellos en escuelas de Naciones Unidas, en hospitales y en campos de refugiados que carecen de lo más básico. El desplazamiento forzado de población ha avanzado hacia una nueva fase con ataques a escuelas y hospitales y con la limitación de lo que Israel llama "zona segura", después de que haya declarado el sureste también como objetivo a bombardear.
"Están convirtiendo la 'zona segura' en algo cada vez más pequeño, están intentando empujarnos cerca del desierto, cerca de la frontera con Egipto", ha lamentado la periodista palestina Wizard Bisan, refugiada en el sur, en referencia a la frontera de Rafah.
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