Sites específicos para desmentir noticias falsas. Resoluciones judiciales. Un comité contra la desinformación en materias de salud. Aumento de la financiación a los medios de comunicación públicos. Una ambiciosa ley contra las fake news. Y una intensa articulación internacional. Los tres poderes de Brasil están poniendo en marcha una inédita y contundente batería de medidas contra la desinformación. La reciente resolución del Tribunal Supremo Electoral (TSE) sobre propaganda en las elecciones, que establece que las plataformas digitales puedan llegar a ser civil y administrativamente responsables por el contenido de terceros, ha caído como un jarro de agua fría en el entramado de las empresas tecnológicas, las big techs.