Está la pintura, no el pintor. La gran apuesta de la primera mitad del año del Museo Nacional del Prado es una exhaustiva muestra llena de lagunas dedicada a Guido Reni (1575-1642), que se ha olvidado de Guido Reni. El gran logro del recorrido diseñado por David Cueto García, jefe de Departamento de Pintura Italiana y Francesa hasta 1800, es la acumulación de 96 cuadros. Medio centenar de ellos son obra en lienzo del pintor clasicista boloñés. Dice el comisario que nunca antes había sucedido una reunión tan amplia. Esa es la razón por la que estamos ante la exposición más cara de la institución pública este año, en la que se ha gastado un millón de euros en transporte y embalaje, casi 250.000 euros en montaje, otros 250.000 euros en la garantía del Estado y casi 20.000 euros en la aseguradora.