Bob Dylan no quiere que uses el teléfono porque a los 20 minutos del concierto necesitas saber qué tiempo va a hacer mañana en Toledo, si la receta de alcachofas era a 150 o 180 grados o si Sumar y Podemos ya tal. No quiere que tengas el móvil en la mano porque los reels de tu lupa de Instagram son más entretenidos que lo que está ocurriendo en el escenario. Alguno se aventura a llamarlo el concierto “más antipático”. Es un eufemismo de lo que simplemente es el concierto de un antepasado muy lejano.