El Museo Arqueológico Nacional conserva más de un millar de objetos expoliados por el franquismo. Obras de cerámica que la dictadura saqueó a sus dueños y acabaron en las paredes de un museo. Durante décadas no ha importado a nadie de dónde vinieron esos restos ni quiénes eran sus legítimos dueños. El mundo del arte ha vivido del expolio constantemente. Otra noticia sacudía el mundo museístico recientemente. El Museo Nacional de Antropología retiraba todos los restos humanos de la visita pública. De nuevo, la mirada del presente hacía reflexionar sobre colocar restos de muertos en una vitrina.