Teresa Helbig se ha inspirado en la guerra del opio entre China y Reino Unido para crear una colección en la que el humo no le ha nublado la vista para unir dos culturas, mientras que Ana Locking absorbe de las nuevas generaciones una estética rompedora.
Los dibujos geométricos, versionados en mil y una forma, son el opio de Teresa Helbig, la droga que más le gusta para crear sus prendas.
En esta ocasión, la diseñadora catalana se sitúa en la China de 1840 para construir una colección oscura en la que fusiona la cultura inglesa con la asiática.
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