Nueva información de inteligencia apunta a un grupo proucraniano como responsable de los ataques al Nord Stream, según EEUU

Nueva información de inteligencia revisada por oficiales estadounidenses sugiere que un grupo proucraniano podría ser el responsable de los ataques contra los gasoductos Nord Stream realizados el año pasado, según ha informado The New York Times.

Miembros del gobierno estadounidense sostienen que no tienen pruebas de que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, o alguno de sus subordinados estuvieran involucrados en la operación. El Gobierno ucraniano y oficiales de la inteligencia militar del país han negado su participación en el ataque.

La nueva información de inteligencia sugiere que los autores del ataque son enemigos de Vladímir Putin, pero no especifica el grupo ni quién pagó ni dirigió la operación.

Las fuentes del Gobierno de EEUU consultadas por el periódico estadounidense se han negado a revelar la naturaleza de esa información de inteligencia, así como su origen ni ningún otro detalle sobre las pruebas que contiene.

Nord Stream es un conjunto de dos gasoductos que conectan directamente las ciudades rusas de Vyborg y Ust-Luga con Alemania. Con una longitud de 1.224 kilómetros, juntos tienen una capacidad de transportar 110.000 millones de metros cúbicos de gas al año (toda la UE consume alrededor de 397.000 millones de metros cúbicos de gas). 

El pasado mes de septiembre se produjo el ataque contra los gasoductos Nord Stream I y Nord Stream II en la zona económica exclusiva de Dinamarca y Suecia, pero fuera de sus aguas territoriales. Según las evaluaciones realizadas entonces, se concluyó que la infraestructura podría quedar inutilizada para siempre.

Los ataques no tuvieron impacto en el suministro energético inmediato a Europa. El Nord Stream 2, terminado en septiembre de 2021, nunca ha llegado a entrar en funcionamiento porque el Gobierno alemán suspendió su certificación cuando Putin reconoció la independencia de los territorios del Donbás controlados por fuerzas prorrusas y justo dos días antes del inicio de la invasión. 

El Nord Stream 1, por su parte, dejó de funcionar el pasado 2 de septiembre, cuando Rusia cortó el suministro por supuestas razones técnicas. En junio ya había reducido el flujo al 40% y en julio al 20% apuntando a las sanciones de Occidente como la causa de los errores técnicos en la infraestructura. Sin embargo, ambos gasoductos sí que estaban cargados de gas, lo que ha generado que la fuga sea visible en la superficie.