El bombardeo contra el hospital Al Ahli de Gaza que tuvo lugar el pasado miércoles se produjo cuando ya había miles de muertos y heridos palestinos –al menos un tercio de ellos menores de edad– en la Franja. Las autoridades locales indicaron que se trataba de un ataque israelí, pero el Gobierno de Netanyahu –tras unas horas de confusión– terminó negándolo.
Mientras eso ocurría, el presidente de Estados Unidos Joe Biden volaba desde Washington hacia Tel Aviv para reunirse con el primer ministro Netanyahu y mostrarle en público su apoyo incondicional.
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