En septiembre de este año se cumplirán 50 años del golpe de Estado contra el socialista Salvador Allende. La dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) sentó un hito en el mundo en cuanto a un ensayo de apertura económica draconiana apoyado sobre un régimen represivo que dejó más de 3.000 asesinados y desaparecidos. Después de tres décadas de democracia y cuatro años de protestas históricas que parecían enterrar los resabios de aquel período atroz, los chilenos han otorgado a los herederos políticos del pinochetismo la llave para redactar una nueva Constitución.