Los fallecidos por el devastador terremoto de magnitud 7,8 del lunes han superado los 16.000, de los cuales 12.873 se registran en Turquía y 3.162 en Siria.
En Turquía, donde tuvieron su epicentro los temblores, el último recuento oficial sitúa la cifra de heridos en torno a 63.000. Los equipos de ayuda han logrado rescatar a unas 8.000 personas con vida y 6.444 edificios han resultado destruidos.
Los rescatistas siguen liberando con vida a personas después de llevar más de 50 horas bajo los escombros, pero las tareas son cada vez más desesperadas en medio de temperaturas gélidas y réplicas que complican los trabajos.