Meses después de lograr aplanar la curva de contagios y protagonizar una de las respuestas más exitosas del mundo, la COVID-19 sigue siendo un quebradero de cabeza para las autoridades de Corea del Sur. A pesar de su pequeña escala, el país asiático continúa lidiando con varios grupos de casos aparecidos uno tras otros en el área alrededor de Seúl tras relajar las restricciones, lo que hace temer un resurgimiento de la enfermedad.
Este jueves, las autoridades han advertido de que, debido a la rapidez con la que se propaga el virus, el seguimiento de contactos de personas infectadas no es suficientes, ya que tiene sus límites.