El fútbol de primera y segunda, el único considerado profesional y aunado bajo La Liga, está en dique seco por el coronavirus y su salida es compleja, ya que hay que combinar medidas de seguridad y aislamiento con un deporte de inevitable contacto. La principal fuente de ingresos de los clubes de élite son los derechos televisivos (1.500 millones según los últimos datos disponibles, de la temporada 2017-2018), y sin partidos que retransmitir desde que se suspendieran las competiciones en marzo no entra un euro. También está paralizada su segunda fuente de ingresos, los traspasos de jugadores (algo más de mil millones cada temporada).