
Las movilizaciones por la vivienda digna hunden sus raíces en las luchas obreras de finales del siglo XIX en los países industrializados. En la España contemporánea, las primeras referencias históricas se remontan a octubre de 1883. Se celebró entonces un "Congreso de Trabajadores de Valencia" en el que se llegó al acuerdo de promover "huelgas de inquilinos para imponer la rebaja de alquileres a los propietarios", como explica Sebastián Martín, profesor de Historia del Derecho y de las Instituciones en la Universidad de Sevilla en este artículo. Después vendría una gran protesta antidesahucios en Baracaldo en 1905 y la más conocida huelga de inquilinos de Barcelona en 1931.

















